A Gallardo Cardona le gustaría que lo recuerden como el gobernador que robó a manos llenas, pero hizo obras
12 octubre, 20221:44 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Municipios Noticias Opinion
El gobernador Ricardo Gallardo ya eligió el apotegma para que lo sacralicen: robó mucho, pero hizo obras. Censura a quienes lo critican por los elevados costos de las obras de pésima calidad que ejecuta. Llama despistados a los que se atreven a enjuiciarlo. Mientras se olvidan de los “cabrones” que lo antecedieron, como Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras, a los que llama sin contemplaciones corruptos. En sus afanes protagónicos, se ha marcado plazos fatales para terminar los sospechosos trabajos, 60 y 90 días, ya que alega, es poco el tiempo para revertir el atraso que le provocó la llamada “herencia maldita”. No se da cuenta que ya teje la propia de manera acelerada.
En su papel de alcalde de la capital, anunció el rehabilitado de la avenida Industrias, que Carreras dejó destrozada con el pretexto del Metrobús, que nunca hizo. Destacó que arreglar 4.5 kilómetros en ambos carriles, del Circuito Potosí o Rocha Cordero, al eje industrial 124, tendrá un costo de 146.5 millones de pesos. En total, son 9 kilómetros. El experto en costos unitarios, Agustín de la Rosa Charcas, dice que arreglar cada mil metros con las características anunciadas, no pasa de los 3 millones de pesos. Según sus cifras, un monto honesto deber ser de 27 millones de pesos, no de 146.5 millones.
El sobrecosto es de casi 120 millones. Y como regla sistemática, es casi seguro que al inaugurarlo, Gallardo diga que el precio final sobrepasa los 200 millones de pesos. Como sucedio con los arreglos del parque Tangamanga uno, donde los precios se inflaron más de 200 millones de pesos. En el caso del Circuito Potosí, los incrementó 278 millones de pesos. No son exagerados los cálculos de que puede ganar diario un millón de pesos. Aunque se esfuerza en ser una copia fiel de su principal protector, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, al pintarse como cruzados contra las corruptelas, el también boyante vendedor de pollos podría perder el respaldo de su mecenas, cuando se entere que al término del sexenio, podría ser el hombre más rico de San Luis.
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