Uno de los peores inicios de torneo que ha tenido el Atlético San Luis en 8 jornadas al mando del español José Molina se logró con las grotescas e infames cifras de un victoria, un empate y seis derrotas, racha negativa que puso a los potosinos en el fondo de la tabla general, con posibilidades de descenso y con un panorama de los más oscuro el resto del torneo.

Ante el pésimo inicio de torneo, la afición potosina, molesta en cada partido pedía la salida inmediata de Molina, el cual, en una de sus conferencias se excusó del irregular desempeño del equipo. Culpó a la hinchada de no querer a la oncena y con las constantes presiones, provocó el bajo rendimiento.

A la mitad del torneo transcurrido y la ausencia de resultados favorables, los directivos del Atlético San Luis optaron por destituir a Molina. Para suplir al español optaron por Luis Alfonso Sosa Cisneros, técnico experimentado en dirigir equipos de segunda división, el cual ostenta en su currículum haber subido a primera división a los equipos de Necaxa y Leones Negros, por lo que en una columna del periódico Milenio lo nombraron el “Señor Ascenso�, apodo que cuadra con las cifras positivas.

El jalisciense se debutó como técnico en la escuadra de Indios de Ciudad Juárez en 2006, pasó por Tampico Madero, pero fue en Necaxa y Leones Negros donde se consolidó. Con Leones Negros obtuvo el ascenso y contó con 90 partidos dirigidos donde obtuvo 29 victorias, 28 empates y 33 derrotas. Con los Rayos del Necaxa dirigió 70 partidos, logró 32 victorias, 23 empates y solo 15 derrotas.

Desde su llegada al banquillo del Atlético San Luis, Alfonso Sosa se pintó como el hombre que ha devuelto las alegrías al fútbol potosino. Se proyecta como el salvador que ha regresado al Atlético San Luis a la senda del triunfo. Con los rojiblancos, Sosa debutó ante Zacatepec con una victoria de dos goles a cero. Seguido se dieron 6 victorias más y un empate.

Los resultados mostrados, ponen de nuevo a la escuadra local en los linderos de una liguilla y disputar un ansiado campeonato y tener la oportunidad de regresar a primera división. Otra vez se mira el juego inteligente. Sosa también llegó a rescatar el barco de los directivos, que tras haber llegado a tierras potosinas, expusieron un futuro prometedor para el fútbol local. Ahora están más de sus objetivos. También le deben agradecer la rentabilidad financiera.

En el periodo errático de Molina, en estadio Alfonso Lastras se vio poco el apoyo del público, que menguó con cada derrota. Se notaron las gradas vacías en partidos de exhibición como el encuentro contra el New York City donde ni la figura de David Villa jaló asistencia. Lo mismo pasó en el partido por la paz, donde pocos fueron a ver a las leyendas del fútbol potosino.

Después de las victorias poco a poco se restaura la confianza de tener desempeños favorables en los partidos donde los jugadores se notan más confiados, con mejor juego, lo que desemboca en victorias, se generando más asistencia e ingresos para los directivos. Con Sosa al frente, el equipo potosino ha restaurado los bríos en todos los aspectos. Se espera que vuelva a ser un equipo de primera, después de varios años de amarguras.

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