La taza de café (Fragmento)
6 abril, 20186:53 pmAutor: ValentĂn Ortiz RebollosoCultura
…Uno quisiera salir a la calle, acariciar los destellos que sin desearlo, caen encima de los que se atreven andarlas. Solo una hora las transitĂ© y no me encontrĂ© con su mirada y sĂ con un frĂo que me hizo regresar a mi cobertizo a rumiar mi sueño. La tarde me apurĂł a dar mi retirada sin pensar siquiera una leve tregua. Estoy frente a una taza de hirviente cafĂ©, su aroma y su vapor me dicen que puedo tocar las nubes, te veo en medio del lago oscuro encombando tus delgados labios, pĂ©talos del color de las flores de las Coronas de Cristo. Las nubes de vapor que acarician mi rostro, cuando me llevo los bordes de la taza con cafĂ© a mis labios, me dicen que usted está muy lejos de mi horizonte. El beber cafĂ© en tu pueblo al mĂo es muy diferente. En el de usted se bebe solo su nĂ©ctar, en el mĂo está con otros agregados. No hay gran distancia en ello y sĂ en la que nos separa para siempre. Mañana es DĂa de Reyes, ÂżquĂ© deseo le pedirá a los tres Reyes Magos que le traigan? Estoy confundido, parece que para mĂ era la pregunta que hace unas horas una viuda le hizo al viejo cartero. Cierro los ojos y me contesto entre las cuatro paredes, que me perdone y pueda enviarme solo un beso, aunque primero, ella bese al viento. La taza de cafĂ© me trae tambiĂ©n el recuerdo del gato amarillo con patas blancas que le regalĂ© una mañana en la que me declarĂł ¡no te olvidarĂ©!
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