Un lugar predilecto para paseos en Rioverde, fue la extinta planta de San Isidro, rodeada de una hermosa área llena de árboles que la sombreaban, fuentes espectaculares, jardines y arroyos que la regaban. A un lado el río que pasaba todavía sin contaminarse. Hermoso paseo en donde las familias disfrutaban a plenitud.

Entonces, propiedad del licenciado Lorenzo Nieto Pro, quien adquiere el terreno y le da mantenimiento constante, para convertirlo en un lugar paradisiaco, que tantos añoramos durante varios años.

Algo curioso, era ver en el cuarto de máquinas, las marcas de “hasta donde había llegado el agua�, al subir el nivel del río en los ciclones que inundaron Tampico en 1933 y 1955.

Cabe aclarar que el dueño, permitía a las familias, propias y extrañas, visitaran gratis su lugar. El único requisito era obtener un permiso que se concedía por la ventana de sus oficinas en la calle Madero. Era frecuente verlo los domingos en su rincón preferido, gozaba igual que los demás.

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