Francisco Parra sugiere enseñar el respeto a los derechos humanos desde el nivel básico
6 febrero, 202010:54 pmAutor: Francisco Parra BarbosaColaboradores Opinion
El informe 2018 del Programa Internacional de Evaluación de Alumnos, que realiza la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico, no solo se enfoca en el tema educativo, para que los alumnos sepan leer, escribir, ciencias y matemáticas. También habla de la perspectiva de género. “Es decir, no podemos avanzar y alcanzar un desarrollo, si falta igualdad de condiciones para hombres y mujeres. Es lo que no tenemos en el país. Faltan programas educativos. El gobierno federal presume que tiene paridad de género en el ámbito de las cámaras, donde hay 50 hombres y 50 mujeres, pero no es suficiente. Necesitamos cambios fuertes, impulsar la protección de los derechos sin distinciones. Me preocupa que en San Luis, el tema de los feminicidios vaya a la alza. Cerramos el 2018 por encima de los 150 feminicidios. Tan solo en octubre y noviembre del 2019, hubo alrededor de 45 homicidios y más de la mitad fueron feminicidios. Terminó el año con 200 feminicidios, se duplicó la cifra. La alerta de género no funciona. Las autoridades estatales y municipales no le ponen empeño, ni recursos. No hay atención a la violencia de género. Antes era violencia intrafamiliar, porque se daba dentro de la casa. Ahora con los medios electrónicos, pueden amenazar a la pareja, por celular, en el ámbito privado”, sostiene el doctor en derechos humanos, Francisco Parra Barbosa.
-¿Se tienen que aplicar nuevos esquemas para que en los diferentes niveles educativos, se sancione a los hostigadores sexuales?
-La universidad autónoma realizó un protocolo para prevenir, detener, sancionar y erradicar el acoso. Es una de las onces instituciones en el país que lo ha diseñado. Las escuelas privadas no hablan del tema. En la Universidad Nacional Autónoma de México, tienen su propio esquema. No lo aplican para cuidar el prestigio de maestros de muchos años. El tema de la violencia no respeta condición social ni económica. La ciudadanía se tiene que organizar por su cuenta. Hace poco quisieron incendiar la puerta de la autónoma, la pintarrajearon. El 25 de noviembre fue un día de protestas a nivel mundial. En México también rayaron muros. La gente lo hace porque no hay soluciones. Los funcionarios se convierten en cómplices de un estado feminicida. Las paredes se vuelven a pintar y las puertas a resanar, pero la vida de familias desgarradas, mutiladas, violadas, violentadas, no se repara. Tienen toda la razón los movimientos feministas. Como hombres, tenemos que reeducarnos y cambiar la forma de actuar, porque somos el problema.
El académico destacó que “la evidencia científica señala que somos iguales, aunque en lo biológico, existe un aparato reproductor femenino y otro masculino. No debemos insistir en que la mujer vale menos. El machismo en la política es negativo. Hay que impulsar una conducta de respecto a la dignidad de la persona, a los derechos humanos. En el 2012 se reformó la Ley Federal del Trabajo, por primera vez se dieron 5 días de permiso de paternidad. En Suecia y otros países de Europa, otorgan 480 días a los hombres, para que vayan a cuidar a la esposa que está a punto de dar a luz, para que se hagan responsables del cuidado de los hijos. Son políticas viables donde el hombre se involucra en la crianza de los infantes. Los 5 días que otorgan no sirven de mucho. Si hablamos de cambios estructurales, hay que enseñar a los niños y niñas que son iguales. Involucrar a las niñas en las ciencias, que pueden estudiar ingenierías, ciencias duras. No es cierto que los hombres son más inteligentes que las mujeres”.
“Todos podemos participar, faltan libros de texto con perspectiva de género. Establecer materias en todos los niveles donde se hable de los derechos, igualdad, contratar a más mujeres. En la universidad autónoma, en 500 años, no ha habido una mujer rectora, casi no hay directoras en las facultades. Hay pocas maestras con nombramientos definitivos o tiempos completos. Tenemos un sistema patriarcal, varonil, que manejan las instituciones en todos lados. Urgen cambios verticales. Es muy complicado que se hagan de las bases hacia arriba. En un sistema como el nuestro, tienen que ser de los dos lados. La educación es un derecho humano, no una mercancía. El sistema educativo de cualquier parte es un órgano de propaganda e ideológico del mismo estado. Si quieren impulsar cambios con perspectiva de género, hay que diseñar leyes con el mismo criterio”.
Parra reclamó “no quedar a la voluntad de los directivos o de los secretarios del ramo, debe ser obligatorio, para no caer en simulaciones. Hasta que no hay una muerta, dicen que van a actuar. Se necesitan políticas que fortalezcan los derechos de mujeres y hombres, a los que no se les explica ni genera conciencia de ir juntos en el proceso. Hay que ser responsables en las labores domésticas, no ser violentos. No todos somos iguales, hay varones a los que el machismo afecta en la salud, en la convivencia con sus iguales. La primera causa de mortalidad en los hombres son los accidentes. Luego los ataques al corazón. Nos creemos invencibles, intocables, poderosos. Los infartos se dan porque no demostramos las emociones, no lloramos, no reímos. Todo lo guardamos y no denunciamos. Nos dicen que arreglemos los problemas de la casa. El machismo va en nuestra contra”.
“Se deben hacer nuevas planeaciones, cambiar los sistemas educativos. César Beccaria, en su tratado de delitos y penas, decía que si se lograba salvar a un inocente de las garras de la injusticia, el mundo cambiará. Estoy de acuerdo, porque en la cotidianidad es donde se dan los cambios, no en los discursos políticos ni estadísticas. Estamos en proceso de sancionar a los primeros hostigadores en la universidad autónoma. Cuando leemos los expedientes, nos llenamos de rabia al notar tantas omisiones, indolencia de los funcionarios que han estado varios años en las facultades. Saben de las víctimas y no movieron un dedo. El protocolo es muy importante, pero urgen cambios culturales. Hay instancias que no se renuevan y hacen mucho daño, como la iglesia católica, que es machista. Tiene una lectura cerrada de la realidad. A las mujeres las consideran como la virgen María o Eva pecadora. Se quejan del aborto, de los movimientos de género. No puede haber transformaciones en una sociedad violenta, a partir de las víctimas de género, ya que de 100 atentados, 99 se cometen contra mujeres y el resto alude a los varones”.
“Siempre me identifiqué con la Teología de la Liberación impulsada por jesuitas como Gustavo Gutiérrez y Leonardo Boff. Eran corrientes muy adelantadas. En México las retoma en Chiapas el obispo Samuel Ruiz. En Morelos, Sergio Méndez, pero fueron reprimidos. Ahora el papa Francisco entiende que la iglesia no se puede sostener con mixtificaciones del siglo 13. Se debe actualizar. En San Luis tuvimos el caso vergonzoso del padre Eduardo Córdova, acusado de pedofilia. El obispo Jesús Carlos Cabrero debe decir dónde está. Si lo entregaran a la justicia, la iglesia renacería. Tendría una cara limpia, pero encubren a los Legionarios. La película Spotligth o Primera Plana, muestra cómo la iglesia estadunidense tuvo que reconocer abusos de sacerdotes contra menores, que eran inocultables. Tuvieron que pedir perdón a las víctimas. En México no lo hemos hecho. No podemos tener una estructura medieval y permitir que sacerdotes se casen, que mujeres se ordenen. ¿Por qué no dejar que tengan hijos? El fondo de todo es el dinero, mantener el poder económico”.
Francisco Parra precisó que “a la iglesia le falta reconocer que hombres y mujeres son iguales. El tema del género no es una ideología, es una realidad que debe abrirse a los laicos, no al revés. En Europa muchos templos han sido convertidos en canchas de tenis o bibliotecas. En San Luis pasará lo mismo si se resisten al cambio. La familia también debe modificarse. Se acabó el concepto nuclear. Hay que hablar en plural, ya que son diversas, reconocidas. Los estudios hablan de lesbianas, gays, transgéneros, transexuales, travestis, intersexuales. Hay una gama muy amplia, me impresiona cómo han avanzado. La naturaleza nos habla de personas que tienen progesterona, pero en lo físico son mujeres masculinizadas o seres que nacen con los dos genitales. El estado, iglesia, medios informativos que no lo reconozcan, viven en la época de las cavernas. Hay instituciones rebasadas, no entienden que la realidad actual no es manipulable. Con las redes sociales, la gente se entera muy rápido y crea sus propios criterios en cualquier parte del mundo. No se puede tapar el sol con un dedo. Somos más contemporáneos unos de otros. San Luis es una borona en un contexto internacional muy alto sobre el tema de los derechos de igualdad”.
“Palermo es una ciudad de Italia, asolada por la mafia. Naciones Unidas establece el Protocolo de Palermo a partir de una convención donde señalan que hay tres delitos que mantienen con mucho dinero al crimen organizado. Citan al narcotráfico, venta de armas y trata de personas. Las mujeres son las más vulnerables. Hay varias modalidades, trabajos forzados, extracción de órganos. En la prostitución, hay damitas entre los 15 y 25 años. En México tuvimos que adaptar una ley contra la trata de personas. Hay tres momentos, la captación, traslado o resguardo y la explotación. Al crimen organizado no le interesa que haya dignidad y derechos. El regenteo trata a la mujer como objeto de consumo. Los grandes capos se pavonean con varias muchachas a su alrededor”.
“El crimen organizado es el principal enemigo de los movimientos feministas que buscan reivindicar a la mujer como una persona libre y decidir lo que quiere. En Sinaloa, la gente que habla de los derechos humanos, sobre la perspectiva de género o igualdad, tienen que ir escoltada, porque hay halconcillos que escuchan para contarle al jefe. Es una sociedad muy corrompida. Existen los que buscan impulsar cambios y los que quieren sometimiento para beneficio propio. Son crímenes que deben desparecer, pero sostienen el 60% de la economía mundial. Es alarmante. Hay alternativas adicionales al neoliberalismo, comunismo y socialismo. Muchos se sostienen de las artesanías. Pero existe una sociedad egoísta, que no busca el servicio, prefiere el lucro. Hay que modificar los paradigmas para avanzar”.
“La violencia de género es transversal. No se limita a grupos económicos. No respeta condición económica, social, académica. Dejan libre a los agresores por la corrupción que prevalece en el país. Estamos a años luz de lograr una sociedad justa. La violencia de género afecta a hombres y mujeres. Cuando las mujeres se rebelan, los hombres se sienten agredidos. Hace cinco años, una señora acudió a denunciar a su marido. El ministerio público, indolente, no mandó el citatorio con un policía ministerial. Se lo dio a la misma quejosa, que le remarca, lo acusó de violencia. Como respuesta, el agresor la baña de gasolina y le prende fuego. La misma autoridad impulsó mayor venganza contra la afectada. Cuando festejan en marzo el día internacional de la mujer, les reclamo que no se notan políticas claras que las beneficien. El discurso es efusivo, pero en los hechos estamos igual o peor”.
Parra Barbosa indicó que “desde el punto de vista sociológico, Herbert Spencer dijo que actuamos por imitación. Se aprende por imitación. Los seres humanos venimos al mundo en cero, pero empezamos a conocer desde que nacemos. Se etiqueta a la niña de rojo, al niño de azul, niña-muñeca, niño-pistola. El padre golpea a la madre. La mamá lava trastes. Es una violencia estructural. Pero lo que se aprende, puede desaparecer. Son estereotipos que se pueden deconstruir. Una persona puede tomar conciencia, lo mismo las instituciones, estado, iglesia, familia. Los medios ayudar, no ir en sentido contrario. Tenemos que abrir los ojos y ser todos parejos. No creo en Santa Claus, Reyes Magos, ni en la Cuarta Transformación. A un año no hizo los cambios que prometió. Usó a Morena de plataforma para que un individuo llegara a la presidencia de la república. En San Luis se pelean por el poder, son los mismos políticos de antes. Los partidos tienen como objetivo llegar al poder y enriquecerse. En la entidad hay como cinco Morenas, cada uno jala por su lado, se atacan entre sí. Creen que nadie se da cuenta. La 4T no es la solución, pero sí la ciudadanía, harta de tanto abuso y mentiras. Hay que tomar nosotros las decisiones. El gobierno no hará las modificaciones que hacen falta, solo nosotros”.



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