El enigmático desierto mexicano, la misteriosa Zona del Silencio

19 septiembre, 202511:07 pmAutor: Nubia Marlen ValadezColaboradores Cultura Municipios

Existe un lugar que se encuentra ubicado dentro de la reserva de la biósfera de Mapií, abarca los estados de Durango, Coahuila y Chihuahu. La zona árida se extiende desde la Sierra Madre Occidental a la Sierra Madre Oriental. En tiempos prehistóricos, en la era mesozoica, el sitio estuvo sumergido bajoel  mar de Thetis, demostrado por los fósiles marinos encontrados. Es la llamada Zona del Silencio.

Predominan la gobernadora, arbusto al que se le atribuyen propiedades místicas. La sabaneta, magueyes, cactáceas, la sangregada y la candelilla, sirve para evitar la pérdida de agua. Desarrolló una cubierta de cera, utilizada por los lugareños. Hay nopales violáceos, son endémicos del lugar, muy característicos por sus tonos verdes y violetas debido a que se adaptó a las condiciones extremas del desierto. En cuanto a la fauna, se pueden observar conejos, liebres, ratones y en ciertos lugares más cercanos a depósitos de agua, coyotes, zorros, búhos y la gran tortuga del desierto, ahora en peligro de extinguirse.

¿Qué hace tan fascinante al espacio, además de la extraordinaria biodiversidad? Justo en la parte central del Bolsón de Mapimí, una cuenca cerrada, se encuentra el entorno que más curiosidad ha despertado, lleno de fantasías, relatos y testimonios. La leyenda data de 1970, cuando desde una base en Utah, Estados Unidos, fue lanzado el cohete Athena de la Nasa, el cual, de forma inexplicabl, perdió el control y cayó en tal región de México. Según las autoridades estadunidenses, contenía cobalto 57, un elemento muy radioactivo.

La circunstancia fue el pretexto idóneo para que militares pudieran internarse en el paraje. Apartaron a los lugareños, construyeron caminos y vías ferroviarias para trasladar los restos del cohete, toneladas de arena del desierto, rocas, flora y fauna endémica. Pero ¿qué contenía el suelo y las arenillas del entorno que fascinó a los uniformados? Una de las principales respuestas es el magnetismo que posee el área, debido a las composiciones del suelo. Otro dato curioso indica que la “Zona del Silencioâ€, esta ubicada en el paralelo 27, el mismo de otros lugares misteriosos como el Tíbet o el Triángulo de las Bermudas.

Se dice también que Harry de la Peña, ingeniero y  trabajador de Pemex, en Durango, realizaba trabajos para ampliar la red de pozos petroleros. Se percató de algunas cuestiones y sucesos extraños. En determinados recovecos, no era posible escuchar la radio o se distorsionaba la señal. Notó que incluso, al hablar con sus compañeros de viva voz, se perdía el sonido o no era posible escuchar lo que decían. También descubrió comportamientos erráticos de los animales. En el epicenrto encontró cadáveres de animales, en cantidades fuera de lo común, como si fueran sólo a morir.

Es entonces que surge la hipótesis de una especie de cono magnétic, que provoca ionizaciones en la zona, lo cual bloquea la transmisión de las ondas hertzianas o electromagnéticas, debido a minerales de la arenilla en el desierto, que incluso provocan fallas genéticas en animale. Los lugareños afirman se han ubicado las coordenadas donde ocurren los fenómenos. El magnetismo es cambiante, como si algo se moviera dentro de la tierra.

Sin duda alguna, es uno los puntos más enigmáticos del planeta donde se presume, sucede de todo. Incluso, se comenta que el lugar funciona como un imán para meteoritos. Fue el escenario de grandes dinosaurios marinos y que los fenómenos magnéticos alteran el comportamiento de las brújulas y aparatos electrónicos, lo que obliga a restricciones en el uso del espacio aéreo en  el cuadrante.

Otra de las historias, son los avistamientos de luces extrañas en medio del silencio y la oscuridad, a las que se relacionan con objetos voladores no identificados y seres extraterrestres, los cuales, se cree, son los custodios del entorno, llamados también “ángeles guardianes del desiertoâ€, seres de edad avanzada vestidos de blanco, rubios, barbados, con ojos verdes o azules. Facilitan ayuda si alguien se pierde o tiene alguna dificultad. También figuran los “sedientosâ€, tienen las mismas características que los custodios, pero son niños o jóvenes. Se caracterizan por solicitar agua en las casas de los poblados cercanos. Pero de pronto, desaparecen, como si se los tragara la arena.

Sin embargo, existen también las “luces malasâ€, opacas, redondeadas, que persiguen a los caminantes o los que viajan en carro. Si se acercan demasiado, provocan graves quemaduras. Los hombres pájaro de ojos rojos, solitarios de casi dos metros de altura, si aparecen, anuncian desgracias y malos augurios. Se habla de secuestros a habitantes, realizados por seres no terrestres, los cuales realizan un sinfín de pruebas e investigaciones en humanos, para luego regresarlos, desorientados y con graves secuelas emocionales.

En 1974, se estableció la reserva de la biosfera, un programa científico financiado por el gobierno, creado para proteger la flora y fauna del lugar. Investigar fenómenos naturales, donde científicos y trabajadores del lugar afirman no haber vivido ningún caso paranorma,l ni fuera de lo común. Un puñado de analistas han desdeñado las hipótesis, al argumentar que carecen de sustento científico. Por ejemplo, que las luminiscencias y el magnetismo, son producto de las altas concentraciones de azufre y fosforo del suelo. O que las luces misteriosas son fenómenos ópticos refractarios (espejismos), provenientes de los ejidos cercanos. ¿Ciencia o misterio, charlatanería o realidad?.

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