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Protagonismo político y electoral en tiempos de desgracias

“Cuando haya sangre en las calles, compra propiedades”, decía el barón Nathan Mayer Rothschild, quien describió los acontecimientos pasadas las batallas de Waterloo. Aprovechó las circunstancias e invirtió en terrenos que al final de la guerra le generaron enormes ganancias. La frase alude a aprovecharse de las desdichas e infortunio social para favorecer los intereses propios o de unos pocos. En los tiempos actuales de contingencia sanitaria, se aplica su ejemplo con el actuar de varios políticos que actúan de manera oportunista al hacer obsequios mínimos para mostrarse como los grandes benefactores del pueblo.

En el nebuloso escenario aparece el renovado precursor de la justicia social, fiscal anticorrupción y dadivoso diputado federal por el Partido Verde Ecologista, Ricardo Gallardo Cardona, quien en sus redes sociales expuso que la pandemia ha servido para que muchos gobiernos lucren con el dolor y la angustia de las personas. Censuró que sea el pretexto para “el enriquecimiento de unos cuantos que gastan mucho dinero en publicitarse en los periódicos, al entregar una despensa para conseguir la fotografía. La gente debe saberlo, lo que le dan los funcionarios, no sale de su bolsa, es de los impuestos de ustedes mismos”.

Contradictorio, Gallardo Cardona, ávido de protagonismo, fue el primero en San Luis en ver el contagio como una oportunidad para resarcir su deteriorada imagen. El 17 de marzo, dos semanas antes de registrarse los primeros casos de coronavirus en México, anunció en sus redes sociales y otros medios que regalaría 100 toneladas de naranjas y limones para fortalecer el sistema inmunológico de los potosinos. Desplegó cuadrillas con más de 30 personas que portaban playeras y banderines del Verde Ecologista y un emblema del legislador. Fue denunciado de usar camiones del ayuntamiento de Soledad, donde mantiene como alcalde, al monigote Gilberto Hernández Villafuerte. Aunque se reiteró evitar las aglomeraciones, los equipos del diputado no respetaron las medidas sanitarias en la entrega de los frutos.

Alardeó el reparto de 100 mil litros de gel anti bacterial y cloro para la capital, zona metropolitana y otros municipios. Luego incluyó productos de limpieza. Se pintó como redentor cuando exigió que el Organismo Operador de Agua Potable y Alcantarillado, Interapas, condonara recibos pendientes de pago durante la contingencia. Conminó a su acérrimo enemigo, el alcalde Xavier Nava, garantizar el abastecimiento a los potosinos. Nunca aludió a los millonarios saqueos que hizo su padre Ricardo Gallardo Juárez a la instancia, en la etapa que también fue edil. La convirtió en reducto de aviadores, donde figuraron caporales y veterinarios que laboran en los ranchos de los dos personajes.

El 22 de marzo el diputado y abierto candidato a la gubernatura, al que no le importa violentar las normas electorales, mencionó que apoyaría algunos municipios como Santa María del Rio, Villa de Reyes, Salinas de Hidalgo y Valles, ajenos a su distrito dos. Abrió el abanico de servicios con la entrega de pipas de agua. El 5 de abril incorporó raquíticas despensas para adultos mayores. Desempolvó su antiguo padrón de beneficiarios, donde aparecen sus votantes cautivos.

Después sumó al obediente Gilberto Hernández para que le financiara 20 mil garrafones de agua que iban a entregar en la capital potosina. Para el gasto sumaron a los encargados de las purificadoras, a los que les endosaron aportar 500 garrafones. Luego alardeó el donativo de 5 túneles sanitizantes que fueron instalados en distintos hospitales públicos. Los primeros dos mostraron grandes emblemas del diputado. Tras las ácidas críticas a su ruindad, los tres restantes los entregó sin anuncios publicitarios. Pero los cacaraqueó en sus portales webs. Extendió el ámbito de su despliegue a Tanquián, Rioverde, Lagunillas, Villa de la Paz, Matehuala y demás municipios.

Sistemático, Gallardo atacó visceral a Nava, ya que lo imagina como su virtual contendiente por la gubernatura. No asimila que haya derrotado a su padre en la lucha por la alcaldía. Su estrategia de golpeo para ganar reflectores, también le ocasionó una andanada de descalificaciones que lo pintan con un saldo negativo. Lo ubican como oportunista y cínico. Le remarcan que junto su progenitor, cometieron los mayores desfalcos a la hacienda en la etapa de alcaldes. Lo que le valió pisar las mazmorras, por lavado de dinero y vínculos con la delincuencia organizada. Les restregan el pago arriba de 60 millones a la proveedora fantasmal de medicamentos, Sandra Sánchez Ruiz. Los 200 millones de pesos por un puente a desnivel en Fray Diego de la Magdalena cuando jamás se pegó un ladrillo. Sin dejar fuera el rechazo de los habitantes del Saucito, que jamás fueron consultados. Se opusieron porque iba a dañar la vida económica, cultural y religiosa de un sector pujante.

Al protagonismo desmesurado se sumó el también diputado federal del Verde Ecologista, Óscar Bautista Villegas, quien antes de la contingencia, se dedicó a repartir balones y equipo deportivo para escuelas de su distrito. Los medios de la zona media lo entronizaron como un bondadoso político. En una segunda etapa, a partir del 29 de marzo, inició la entrega de gel antibacterial, huevos y tomates para fortalecer la canasta básica. Los insumos los marcó con su nombre, logo del partido y gobierno del estado. Incluyó ayudas alimentarias para 2 mil 500 habitantes de Rioverde y redobló esfuerzos en Cárdenas. Dio a los doctores guantes de látex, lentes de protección, overoles con capucha para las unidades médicas rurales de Villa Juárez, Guadalcázar, Ciudad del Maíz, Villa Hidalgo y Cerritos.

Le hicieron una entrevista zalamera en el noticiero edición 21 de Rioverde donde expuso sus estrategias de trabajo en época de pandemia. Bautista ocupó una curul local en la pasada legislatura, considerada una de las más corruptas. Fue señalado actor fundamental en el escándalo de sobornos y blanqueo de cuentas públicas de varios alcaldes. Tras el escándalo fue investigado por la auditoria superior que lo exoneró de culpa. Desde el 2009 se alterna como legislador local y federal.

También hizo proselitismo electoral el senador panista Marco Antonio Gama Basarte. El 31 de marzo donó equipo médico para la clínica 51 del Seguro Social. En abril repartió 100 litros de gel anti bacterial para el área de prevención y promoción de salud de la jurisdicción sanitaria IV. Llevó despensas a familias de la zona Tének y 36 apoyos para personas que no tienen ingresos económicos en la etapa de emergencia. Los beneficiarios le mandaron mensajes de agradecimiento que grabaron y difundieron sus colaboradores en las redes sociales. Gama ha sido un constante crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador, al que endosa un pésimo manejo de la contingencia.

Otro panista que brincó al ruedo del activismo político fue el ex senador Octavio Pedroza a través de la asociación San Luis Podemos de donde funge como vocero. Al principio de la contingencia repartió trípticos para enfrentar el coronavirus. Se extendió a Rioverde, Alaquines y otros municipios aledaños. Entregó café y galletas para médicos de distintos centros de salud. Le pagó 20 servicios a boleros del centro histórico. Sumó a la campaña a reporteros de Plano Informativo que lo abordaron por sus labores altruistas.

No se quedó atrás el desconocido diputado federal de Morena, Cuauhtli Badillo Moreno. Tiene un trabajo legislativo raquítico. En lo individual, de 11 iniciativas propuestas, ninguna se resolvió, quedaron pendientes. Hizo ruido al anunciar que donaría dos meses de sueldo y aguinaldo para ayudar a los más necesitados. Proporcionó apoyos en despensas, lo que publicitó en las redes sociales. Conminó a sus seguidores a consumir productos locales y tomar en cuenta las medidas sanitarias.