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Leonel Serrato Sánchez: detrás de una Morena

En días pasados leí un artículo del fedatario Leonel Serrato Sánchez titulado “Detrás de una Morenaâ€. Descalifica el proceso por el que fue designado Jesús Cardona Mireles considerando el hecho como monumento a la veleidad y como uno de los peores ejemplos de descuido político en la historia potosina, ya que el método de la tómbola no consideró que hubiera militantes de mayor calidad y comprobado compromiso con los valores e ideales que preconiza Morena. Haberlo debatido pudo haber causado división interna, dice, así que mejor se dejaron de lado los méritos para dejar paso al azar. Como viví de cerca el proceso para enfrentar las elecciones del 2015 deseo hacer varias consideraciones.

Primera. Los partidos registran a quienes serán sus candidatos por voto directo, así, Morena eligió en asambleas distritales a 7 candidatos a diputados federales y 15 para diputados locales. Los candidatos no fueron elegidos al azar, sino por la militancia en sendas asambleas quedando quien obtuvo mayoría. Es de notarse que, a diferencia de ahora que hay mucho dinero, entonces no hubo la mínima disputa o diferencia en el proceso donde se eligieron militantes comprometidos que iban a la guerra casi sin recursos económicos y sólo pertrechados por su convicción de un cambio verdadero. Los candidatos no fueron designados por sorteo sino por el voto directo de la militancia, igual sucedió con los candidatos a las presidencias municipales. Ninguno ganó, excepto el candidato a presidente municipal por San Nicolás Tolentino, Pedro Infante.

Segunda. Los partidos registran a quienes serán candidatos a las plurinominales a diferencia de otros partidos, Morena fue el único que integró sus listas en un proceso inédito: realizó siete asambleas distritales y en cada una se eligieron a 5 hombres y 5 mujeres. Las propuestas fueron hechas de propia voz por los asistentes a la asamblea sin limitar el número. Una vez con los nombres propuestos se entregó a cada uno de los asistentes dos papeletas para que escribieran libremente el nombre de una mujer y un hombre a su criterio. Así se completaron 35 hombres y 35 mujeres para construir la lista de los diputados de partido llamados plurinominales. En un acto posterior se introdujeron en dos ánforas –una para los hombres y otra para las mujeres- los nombres surgidos de la decisión de las bases. Se extrajeron doce nombres (seis de hombres y seis de mujeres) para construir la lista de candidaturas plurinominales. Igual procedimiento fue seguido para proponer a los regidores en los ayuntamientos.

El proceso se llama insaculación y siendo Leonel Serrato abogado no ignora que el método se ha empleado incluso en actuaciones judiciales para designar jurados o peritos. Es un método que evita que grupos de interés confabulen para hacerse de lugares de privilegio. Conociendo como se despiertan las ambiciones, la insaculación es excelente para desarticular grillas que ocasionan fracturas en ocasiones irremediables. Por el PRI son pluris Fernando Chávez y Martha Orta. Por el PAN, Héctor Mendizábal, Josefina Salazar y Enrique Flores. En el PRD aparece José Guadalupe Torres. En el PT, José Belmarez. En el Verde Ecologista, Manuel Barrera. En Conciencia Popular, Óscar Vera. En Movimiento Ciudadano aparece Lucila Nava. En Nueva Alianza, Ricardo García Melo y por Morena Jesús Cardona Mireles.

¿Cómo fueron designados los diputados de representación proporcional? ¿Preguntaron a las bases de sus partidos, siquiera como hicieron en Morena? Por supuesto que no. Cuando la clase política en general sufre el enorme desprestigio que atestiguamos y produce el rechazo de la ciudadanía, surge la necesidad de refrescar las representaciones con ciudadanos de a pie. Fue como se hizo en Morena. Pudo ser cualquiera, un ama de casa, un pintor, un vendedor de jugos, un profesionista, un estudiante, un desempleado, que hiciera contrapeso a la corrupta clase política. Me preguntaban mis cercanos que cómo se proponía a un vendedor de jugos, así peyorativamente, si en tales lugares se requiere alguien muy preparado, tesis que comparte el llamado Chilillo, Gerardo Serrano. Baste ver a quienes estuvieron, están y probablemente volverán a estar en el congreso para cerciorarnos que la preparación no es garantía de honestidad y transparencia. ¿Quién más preparado que Óscar Vera, que fue procurador, se alterna con su hijo y es dueño de su propio partido? ¿Cuántos con mayor experiencia parlamentaria que Rebeca Terán, Óscar Bautista o Enrique Flores que ya estuvieron como diputados federales? Y algunos ganaron en sus respectivos distritos.

Un dato: si se busca la lista final propuesta para las plurinominales, me encontrarán en el número doce, sin haber participado de la insaculación. Resulta que una vez completadas las listas, la mayoría de propuestos, al verse lejanos de los primeros lugares, ya no hicieron llegar los documentos requeridos para inscribirlos, como la carta de no antecedentes penales, constancia de radicar en la entidad, fotografías y ponerse al corriente de sus cuotas, hicieron mutis. Obligaron a que de manera solidaria entraran como emergentes más de la mitad de los enlistados. Cuando acudí a la Unidad Administrativa Municipal por mi constancia de residencia encontré a Jesús Cardona que se daba a la tarea de tramitar para varios más el documento y seguro lo mismo hizo en la procuraduría. Es decir, el partido le delegó la responsabilidad de ajustar la lista, total, iba en primer lugar.

Siguiendo el proceso de Morena, lo que pasa por alto el fedatario es que, sabiendo que el plurinominal, venido del pueblo literalmente, carece de conocimientos parlamentarios, la responsabilidad compartida es del partido que lo postuló para asesorarlo y acompañarlo en sus tareas pues no fue independiente. Así que al diputado se le asignaron flamantes asesores como Juan José Hernández, cuñado de Sergio Serrano, presidente del partido, y sus cercanos como Paloma Aguilar, Sarahí Veloz, Alejandra Juárez y el mismo secretario de finanzas, Enrique Serrano. A saber si le apoyaron y cómo, o nada más cobraron y tal vez apoyaron, ellos sí, a los pobres viejecitos muy queridos militantes de los que se conduele el notario para pintar de cuerpo entero al diputado. Soslayar la responsabilidad de Sergio Serrano y su equipo es sospechoso, por decir lo menos.

Por lo demás, el artículo de Leonel Serrato es poco edificante. Hablar de méritos para una designación, cuando así la obtuvo de Horacio Sánchez Unzueta para ser titular de la notaría pública número 32 en 1997 puede hacer cuestionable su propio sentido de la decencia. Señalar la falta de congruencia como lo hace, nos recuerda que fue representante ante las autoridades electorales del Verde Ecologista apoyando en el proceso de 2009 a la candidata Beatriz Benavente, hoy Oficial Mayor del Congreso y responsable de entregar los dineros a los diputados. Cuando habla del sentido de la historia y de voracidad, avidez y poco pudor entregándose en brazos de quien más paga, debo recordar su paso fugaz como consejero jurídico del gobierno priista de Fernando Toranzo en el que nunca le dieron ni una oficina para trabajar y, a su dicho, tampoco le respetaron el acuerdo salarial, situación embarazosa (9 meses por cierto, de enero a octubre de 2010) que le orilló a renunciar pero muy agradecido del doctor por el que, dijo, votó y lo volvería a hacer.

Rememora al Nava Partido Político cuando sus candidatos pluris eran Pizzuto y Pablo Aldrete quienes rechazaron asumir el cargo por el proceso fraudulento que llevó a Horacio Sánchez a la gubernatura. La autoridad electoral llamó a los siguientes en la lista hasta llegar al profesor Raúl Acosta quien al final aceptó en lo que Leonel llama error histórico, tal vez porque él mismo estaba en la lista y fue presionado para no aceptar, lo que trascendió entonces, hizo contra su voluntad, aunque se puso a mano con la notaría. Leonel Serrato en el 2009 por el PRI y Verde, en tanto Raúl Acosta en 2015 por el PAN, representantes ante las instancias electorales, compartían entonces lugar en la lista opositora, eran de los mismos, pues.

En marzo de 2017 Serrato hace presencia para firmar el “Acuerdo Político de Unidad†con López Obrador y recientemente, el mismo diputado Cardona Mireles declaró no saber qué interés tiene Serrato para afiliarse a Morena cuando no está de acuerdo con los procesos electivos internos. Si fuera el caso de que el fedatario tenga aspiraciones personales, legítimas por cierto, y que efectivamente se haya afiliado a Morena o al menos esté en tratos con la cúpula, entonces su artículo en cuestión entra por entero en entredicho pues denotaría un interés personal que nos obligaría a releer su escrito con otra mirada. Empezaría por interpretar el título “Detrás de una Morena†como la búsqueda de los favores traducidos en una designación, segura, si fuera por sus méritos y lustre personales.

Entendería entonces que sus viscerales escritos lo ponen a la altura de cualquier diputado actual que son una vergüenza. Me explico. Si el diputado priista José Luis Romero Calzada usó la tribuna para vociferar que Serrato gusta de hacer travesuras con su trasero, el notario no se queda a la saga cuando escribe que Cardona entregó el trasero a cambio de dinero. O igual como cuando Manuel Nava y otros del llamado Frente Anticorrupción aprovechaban el escándalo en contra de los diputados para gritarles “putos†a Mendizábal, Mariano Niño o Vera, cuando eran nombrados en la plenaria, Leonel Serrato remata su escrito para referirse a Mendizábal como “La Nena†aunque tal vez el propio Serrato no venda piñas. Descalifica a toda la Asamblea de Vagos pero curiosamente da oídos a uno, del que se reserva el nombre en la conciencia (sic), señalando al diputado Cardona objeto de su escarnio como “poquitero†relacionando los hechos de Panavi, la aprobación de cuentas fraudulentas y su versión verbal de que recibió 200 mil pesos cuando a otros les dieron millones. Como se estila ahora, basta con aseverarlo y, como son diputados, se da por hecho.

Hablando del Tribunal Electoral, en un espacio vallense afirma Leonel Serrato que el órgano fue engañado por Cardona para regresar a Morena y que no logra entender la resolución y que “tal vez†fue porque en Morena no procedieron correctamente. Aclaro: yo tampoco entiendo, porque creo que al igual que el notario, no la he leído. Lo que si entiendo es que Morena no es el grupo cupular que le está haciendo calorcito a Leonel Serrato y que la humillación en tal caso sería para la pandilla que se apoderó del partido y que hoy se ven fortalecidos (por decirlo así) con el personaje público. ¿Alcanzará Leonel Serrato a la Morena?