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C谩ndido Ochoa Rojas obstaculiz贸 el asesinato de Pedro Pablo Rosales, cometido por la delincuencia organizada

Despu茅s de 7 a帽os de peregrinar y tocar puertas en dependencias federales y estatales para exigir se haga justicia y castiguen a los responsables del asesinato de su hijo, Pedro Pablo Rosales Zapata, el ex diputado local Tom谩s Rosales L贸pez expuso que su esfuerzo ha sido infructuoso pues a la fecha ninguno de los implicados ha pisado la c谩rcel. En gran medida por la negligencia y complicidad de los encargados de impartir justicia. En particular, el ex secretario de gobierno y a煤n diputado federal, C谩ndido Ochoa Rojas.

鈥淗e constatado que la divisi贸n de poderes y el estado de derecho en nuestro pa铆s, no existe, es una falacia. Impera la impunidad. Muchos asesinatos y desapariciones de potosinos contin煤an sin resolverse鈥. Su hijo Pedro Pablo Rosales Zapata fue levantado el 11 agosto del 2011 por una c茅lula de los Zetas, que operaban en Villa Hidalgo y otros Tom谩s-Rosales-1280x650municipios de la zona centro. Su secuestro y posterior asesinato, pudo tener como origen, una denuncia an贸nima que realiz贸 el propio Tom谩s Rosales sobre el grupo que operaba a la vista de todos en la zona. 鈥淓l 14 聽de abril del 2011, muy temprano me llam贸 mi hijo para decirme que un auto con hombres armados, se hab铆a estacionado frente a su negocio, un molino-tortiller铆a ubicado en la cabecera municipal de Villa Hidalgo. Le digo que me de las placas y hago una llamada an贸nima a la doceava zona militar. Como un grupo de soldados andaba cerca, acuden. Cuando llegan, el veh铆culo y sus tripulantes se hab铆an retirado e introducido en otro domicilio cercano. Los militares preguntaron a mi hijo del reporte. Estoy seguro que les se帽al贸 hacia d贸nde se fueron. Fue el motivo por el que lo asesinaron鈥.

En el operativo, seg煤n const贸 en una nota period铆stica, elementos del ej茅rcito detuvieron en la calle Matamoros, en la zona centro de Villa Hidalgo a Jos茅 Ernesto Hilario Moreno de 37 a帽os y Samuel Pecina Lirio, de 19, presuntos informantes del crimen organizado. Se les decomis贸 un carro Nissan Tiida modelo 2011, blanco, con placas de San Luis Potos铆, con reporte de robo, dos radios, tres tel茅fonos celulares y documentos diversos como indicios de las actividades ilegales que realizaban. Los detenidos fueron puestos a disposici贸n del ministerio p煤blico del fuero com煤n, del distrito judicial de Guadalc谩zar. Despu茅s de su arresto, Hilario Moreno sali贸 libre. S贸lo su c贸mplice enfrenta un proceso.

Pedro Pablo Rosales Zapata fue interceptado el 11 de agosto por sus ejecutores, 聽cuando se trasladaba en su motocicleta por la carretera federal hacia un poblado cercano para entregar tortillas. Al darse cuenta que un auto lo sigue, se comunica con uno de sus empleados. Le dice que vaya al ret茅n que el ej茅rcito tiene en la carretera 57, cerca de Estaci贸n Ventura, para que informe del acoso en su contra. Casi un mes despu茅s, el聽 9 de septiembre del 2011, la polic铆a localiz贸 en Villa de Arista el cad谩ver de un hombre. Despu茅s de los an谩lisis de ADN, se confirm贸 que era Rosales Zapata.

Desde el primer d铆a del secuestro, Tom谩s Rosales empez贸 a indagar por su cuenta y aport贸 datos sobre los presuntos implicados en el il铆cito. Logr贸 entrevistarse con el ex gobernador Fernando Toranzo, que le prometi贸, se har铆a justicia. Ni como procurador ni despu茅s como secretario de gobierno, lo recibi贸 C谩ndido Ochoa Rojas, al que Rosales acusa de haber entorpecido las indagatorias y proteger a los presuntos responsables del secuestro y asesinato de su hijo. Lo hizo a trav茅s del abogado Jos茅 Luis Ruiz Contreras, que era su asistente. Luego qued贸 como secretario particular del procurador Miguel 脕ngel Garc铆a Covarrubias, que impuso en el cargo el propio Ochoa. 鈥淭engo la certeza y acuso a C谩ndido Ochoa que estuvo coludido o en contubernio con los delincuentes que mataron a mi hijo. Tengo pruebas. Desde un inici贸 nunca me recibi贸, dej贸 en la procuradur铆a a su t铆tere, Garc铆a. El que manejaba todo era el asistente, Ruiz鈥.

La ministerio p煤blico del fuero com煤n, mesa uno, especializada en delincuencia organizada, Mar铆a Guadalupe Rodr铆guez, fue a la primera que present贸 la denuncia 211/ 2011. Hac铆a todo lo que el funcionario le indicaba. Se integr贸 con deficiencias el caso y el juez de Guadalc谩zar a donde se remiti贸 la querella, neg贸 la orden de arresto contra los responsables que se帽al贸 el quejoso. El segundo juez del mismo distrito que despu茅s retom贸 el caso, Luis Fernando Gonz谩lez, no hizo nada. 鈥淎 los testigos que interrogaron, no los cuestionaban. Creo que hasta iban aleccionados. Tuve que recurrir al amparo para que me concedieran un careo. Una prueba de c贸mo torcieron todo, es el caso de una implicada en el homicidio, de nombre Ana Karen, que fue incluso detenida y procesada por halcona, a qui茅n Ruiz defendi贸. El d铆a de los hechos, se encontraba a muchos kil贸metros de distancia, en la comunidad del Leoncito. No se permiti贸 un careo. Le dieron largas al asunto para que saliera libre鈥.

鈥淟a conducta perversa y corrupta de Jos茅 Luis Ruiz, se demostr贸 tambi茅n cuando, por sus indicaciones, la fiscal se neg贸 a solicitar acci贸n penal contra el polic铆a estatal, 脡dgar C茅sar Aguilar, que 4 d铆as antes del secuestro, hab铆a tenido un altercado con el occiso y lo amenaz贸 de muerte. El agente no intervino para detener a unos informantes que fueron identificados. Los enfrent茅 con otro hijo en la cabecera municipal de Villa Hidalgo, el 12 de octubre del 2011, un d铆a despu茅s que levantaron al fallecido, que presenci贸 lo ocurrido, junto con polic铆as municipales, que tampoco actuaron cuando llegaron otros integrantes del grupo dilectivo a recatarlos. Solicit茅 que se detuviera o se llamara a declarar al uniformado. Lo hicieron hasta el 2013, obligados por el amparo que me concedi贸 el juzagado sexto de distrito鈥.

鈥淎 los halcones o informantes que detuvo la Polic铆a Federal, los dejaron libres, no los investigaron a fondo. No indagaron lo que tra铆an en los tel茅fonos que les incautaron. Hilario, alias El Coyote, fue se帽alado como el principal sospechoso. Lleg贸 a pregonar en las cantinas, se la iba a pagar el que lo denunci贸. En el tiempo que Ochoa fue procurador, tuvo 3 ingresos por robo de veh铆culos. M谩s tardaba en entrar que en salir. Es algo que inquieta鈥. A los dos jueces que estuvieron en Guadalc谩zar y que conocieron del caso, C谩ndido Ochoa los premi贸. Al primero que neg贸 la orden de arresto lo hizo juez civil y el otro, Luis Fernando Gonz谩lez, lleg贸 a ser presidente del Supremo Tribunal de Justicia. Fue un ascenso repentino y sin m茅ritos. Algunos litigantes llegaron a manifestar que alg煤n favor le deb铆a su jefe鈥.

A casi 7 a帽os de ocurrido el asesinato de su hijo, el ex diputado local Tom谩s Rosales L贸pez ha recurrido a todo lo que ha estado a su alcance para lograr se castigue a los culpables. Ha esperado largas horas en la aficinas gubernamentales para que lo atiendan y escuchen. Investiga y litiga por cuenta propia en juzgados y聽 hemetotecas, protesta en plantones frente a palacio de gobierno, coloca espectaculares y mantas, publica cartas en los medios, donde se帽ala a los que obstaculizan la indagatoria. Emprendi贸 una caminata a M茅xico con una cruz a cuestas. Se uni贸 a caravanas de asociaciones civiles que buscan justicia por los muertos y desaparecidos, como la Marcha por Justicia y Dignidad que encabez贸 el poeta y activista Xavier Sicilia o la de los padres de los estudiantes desaparecidos en 聽Ayotzinapa.

Ha enviado escritos en busca de apoyo al presidente de la rep煤blica, Enrique Pe帽a Nieto, secretarios de gobernaci贸n, al ex mandatario Fernando Toranzo y al actual Juan Manuel Carreras L贸pez. Lo que ha conseguido hasta la fecha es que el expediente se turnara a la Procuradur铆a General de Rep煤blica donde se avanz贸 en la indagatoria. Pero en el 2016, lo devolvieron a la procuradur铆a local. Argumentaron聽 que el asunto le compete.

Rosales L贸pez indic贸 que una crisis emocional y los nulos resultados lo hicieron replegarse y abandonar por casi un a帽o el asunto de su hijo. Adem谩s consider贸 que mientras estuviera en el gobierno C谩ndido Ochoa, sus esfuerzos ser铆an nulos. Con la entrada de Juan Manuel Carreras L贸pez, busc贸 al procurador Federico Garza Herrera, quien lo atendi贸. Le asegur贸 que har铆a todo lo que estuviera a su alcance para reivindicarlo. Sin embargo, Rosales expuso que han pasado casi dos a帽os y s贸lo lo canalizaron con subprocuradores. El asunto no avanza y hasta el expediente que les turn贸 la PGR, no lo localizaban. 鈥淗e actuado con respeto, pero en茅rgico, para que activen mi caso. Pero nada ha sucedido. El tiempo se consumi贸 en renuniones bimestrales y trimestrales in煤tiles鈥.

鈥淓n diciembre del 2017 les ped铆 que tomaran en cuenta las indagatorias de la PGR, que me den acceso al documento. Primero no lo hallaban, despu茅s, cuando aparece y me dejan verlo, me doy cuenta que ni siquiera existe un escrito de recibido鈥. Rosales dijo que va a esperar un tiempo prudente para que los subaltenos de Garza tengan resultados, pero de no hacerlo, buscar谩 apoyo de instancias internacionales con las que M猫xico tiene acuerdos para buscar que se le haga justicia, ya que la muerte de un hijo, es una herida que nunca cierra. 鈥淟uchar茅 hasta el d铆a que muera. Ojal谩 que pronto se resuelva mi caso, no quede en la impunidad y no se llegue el momento en que postrado en una cama por estar enfermo, todav铆a estar preocupado porque no hubo resultados鈥.

Lo 煤nico que ha pedido es castigo a los responsables. No le interesa si el candidato a una curul local, C谩ndido Ochoa, vuelve a ganar. Insiste en que obstaculiz贸 la justicia y lo puede llevar ante un jurado. Podr铆a tener cargos de conciencia. Los partidos y ciudadanos deben saber qu茅 clase de persona es, junto con su protegido, Jos茅 Luis Ruiz Contreras, que al parecer, ahora est谩 como impartidor de justicia en el nuevo sistema. 鈥溌緾on qu茅 calidad moral puede actuar?鈥.