Inexperto, sin ninguna alternativa de imponer candidatos a las alcaldías, el dirigente estatal del PRI, Martín Juárez Córdoba, que reniega incluso de su propia ideología al auto llamarse “ciudadano”, no cuida las formas al exhibirse con aspirantes a ediles que al poco tiempo resultaron con cargos criminales, provocan cismas en sus respectivos municipios o tienen fama de saquear el erario al amparo del partido que buscará proyectarlos para repetir en el cargo. El mayor mérito del actual dirigente, que será relevado antes de los comicios del 2018, fue ser delegado del Consejo Nacional de Fomento Educativo cuando fue secretario del ramo educativo, Juan Manuel Carreras López, previo a alcanzar la gubernatura. En la terna que habrá de ungir a los que compitan por diversos cargos, figura el maximato local, Horacio Sánchez Unzueta y el secretario de gobierno, Alejandro Leal Tobías. Se estima que al temporal dirigente lo habrá de suplir el oficial mayor del gobierno estatal, Elías Pecina Rodríguez, el primero en la lista de las curules locales por la vía plurinominal.
Aunque se filtró que Carreras no permitirá que ningún alcalde se reelija, para tener la oportunidad de acomodar a sus incondicionales, Martín Juárez tejió alianzas prematuras con el edil de Santa María del Río, Israel Reyna Rosas, que incumplió un “pacto de sangre” con su mecenas y absoluto impulsor, el también ex munícipe y jefe regional, Pedro Reyna Rosas, que tenía reservado el cargo para otro de sus hermanos, el boyante transportista y restaurantero, Armando Reyna Rosas. Ahora Israel Reyna busca repetir en el puesto, con la complicidad de Juárez, quién le incrustó en la nómina a varios recomendados. En vez de mediar en el conflicto familiar que podría conducir a un cisma en el PRI y perder el ayuntamiento y la diputación local, Juárez empujó sin mesura a su predilecto, que anunció renunciar el 26 de diciembre para hacer proselitismo. Lo suplirá el síndico Froylán Loredo Mayo. Se sabe que sin el respaldo económico y político de sus familiares, que lo sacaron del anonimato, Israel Reina va directo al fracaso. Pedro Reyna lo hizo antes director de desarrollo social, de donde brincó a la presidencia municipal.
En su desastroso desempeño, Israel Reyna carga la fama de acosador sexual. Enfrenta más de 60 demandas laborales que podían generar erogaciones millonarias al ayuntamiento. En la primera cuenta pública tuvo observaciones financieras por 50 millones de pesos. Fue citado como testigo de la llamada ecuación corrupta, donde se involucró a varios diputados locales que por medio de sobornos, limpiaron las cuentas de alcaldes deshonestos. Lo han criticado por acrecentar sus propiedades, como la residencia que tiene en su natal Santo Domingo, valuada en 3 millones de pesos que hizo con fondos municipales. En la cabecera municipal, en Francisco Madero, tiene una vivienda con prestanombres, donde instaló una antena de telefonía celular, por lo que recibe ingresos adicionales. Tiene varios terrenos en la colonia Guadalupe, en la calle Mariano Matamoros. El edil no acude a sus oficinas, prefiere operar en la llamada Casa Roja, que se ubica en Pascual Moreno Hernández. Usa como rancho particular el complejo Casa Grande, propiedad del ayuntamiento, donde cuenta con alberca, cancha de fútbol, basquetbol, auditorio, palapas, áreas verdes, caballerizas, ganado bovino, servidumbre, despensas que cubre con dinero público. También posee una casa de interés social en Soledad. Israel Reyna fue denunciado ante la procuraduría de justicia por el probable delito de ordenar a los agentes preventivos, quemar la camioneta del ex director de parques y jardines, Atanasio Mascorro Vázquez, por haber pregonado que iba a votar por Armando Reyna.
Otro personaje que Martín Juárez apoya para que se reelija es el munícipe de Villa de Reyes, Juan Gabriel Solís Alvarado, alias “Panchillo” al que acusan de amasar una fortuna que supera los 50 millones de pesos por sobornos que exige a las empresas que se instalan en el parque industrial Logistik y diversos fraccionamientos que solicitan licencias para construir o estudios de impacto ambiental. Además, les impone, contraten sus camiones materialistas y maquinaria pesada, que renovó al entrar a la alcaldía. En lugar de contratar más policías para inhibir los levantones, robos y asesinatos, los pocos agentes los destina a cuidar su patrimonio que renta a la zona fabril. Corrió al director de comercio, Aarón Muñoz Sandoval, por no entregarle los ingresos que obtuvo del permiso para un baile. Aunque cobra altos impuestos a las armadoras de vehículos, Ford, General Motors y BMW, no ha sido capaz de construir un relleno sanitario, planta tratadora de aguas negras o mercado. Lo señalan como beneficiario de la ecuación corrupta, ya que lo protege la diputada local, Esther Angélica Martínez, que lo ayudó a colar en la auditoria superior a su cuñado Israel Monroy, para que le blanqueara los estados financieros. Varias decenas de inconformes llenaron el auditorio municipal donde le restregaron su ineptitud, ya que no ha podido instalar cuatro postes eléctricos que prometió en campaña. Advirtieron que serán “muy pendejos” si dejan que se reelija. Le advirtieron a Martín Juárez no lo respalde o habrá manifestaciones de protestas.
A Solís se le conoce como “el ladrón del pueblo”, por despojar de un baúl de centenarios a un albañil que lo encontró al derribar la barda de una escuela. Interpuso una demanda ante el ministerio público en diciembre del 2016, que no prospera. Junto con el tesorero, Arturo Bermúdez, tienen en la nómina a caros aviadores, como la comisionada de la Ase, Beatriz Eugenia Juárez, encargada de hacer los operativos manuales que no instrumentó en 7 meses. Tienen de asesor al ex titular de la Ase, Héctor Mayorga Delgado y al litigante Sergio Zapata Loredo. Figura el dos veces ex edil, Salvador Unzaga. La directora de desarrollo social es su hermana Norma Solís Alvarado. El encargado de la policía preventiva es su primo Juan Carlos Solís. A los incondicionales Juan Bautista, Gustavo Ornelas Colín, Alejandro Lagunes, Manuel Lara y al jesuita camerunés, doctor en ciencias políticas, Luis Valentín Bala, les paga 35 mil pesos por nada. El coordinador de los diputados del PRI, Fernando Chávez, aceptó instaurarle juicio político al edil, para castigar los aberrantes saqueos. Un sobrino del munícipe al que apodan “El Sapo”, sin motivo, golpeó a un integrante del grupo musical, Los Invasores de Nuevo León. Aunque fueron testigos algunos agentes, no se atrevieron a detenerlo, lo que habla del clima de prepotencia e impunidad que promueve el vilipendiado alcalde.
Martín Juárez Córdoba o Martín Ciudadano, impulsó fervoroso para la alcaldía de Tamazunchale al comerciante Rodrigo Sánchez Flores, hijo del sempiterno dirigente de la CTM, Miguel Sánchez. El aspirante fue detenido el 8 de noviembre del 2017 en la colonia Santa Fe, en Juriquilla, Querétaro, acusado de secuestro y asesinato, por lo que fue traído a la penitenciaría de La Pila. El 18 de octubre del año en curso, agentes ministeriales atendieron la denuncia de que varios hombres a bordo de una camioneta negra, habían privado de la libertad a tres personas que se hospedaban en un motel que se ubica en el periférico norte. Fingieron ser policías para ejecutar un arresto por el uso de armas de fuego. También los despojaron de una camioneta Nissan Xtrail blanca, que fue localizada después en el complejo Bosques del Oriente, de Soledad. Uno de los levantados fue sacrificado, otro resultó herido y el tercero fue encontrado con lesiones leves en un baldío. Entre sus captores señalaron a Sánchez Flores, al que también se le vinculó con el homicidio del ex rector de la Universidad Comunitaria y ex dirigente regional de la CNC, Simeone Aquino Salazar, su contrincante más fuerte para la alcaldía. Los hechos se registraron el 3 de marzo del 2011. Contrató sicarios que lo emboscaron. También murió su acompañante, Armando Antonio Martínez. El chofer Noé Zúñiga García terminó herido. A Sánchez le preocupaba que sus adversarios contaran con las simpatías de amplios grupos de indígenas.
En el sexenio de Fernando Silva Nieto, Martín Juárez fue líder del Movimiento Juvenil Revolucionario. Carreras lo rescató porque le sirve de enlace con los profesores de la sección 26 del magisterio. Tiene la virtud de callar y obedecer. Para otros sectores, es un simple burócrata metido a tareas partidistas. Por su bajo perfil, siempre lo enterró el extinto ex delegado del PRI, Jorge Schiaffino, que se ganó los reflectores cuando denunció que la capital y Soledad están controladas por el crimen organizado, en alusión directa al cacique urbano del PRD, Ricardo Gallardo Juárez. Mientras el dirigente estatal del PAN, Xavier Azuara y el de Movimiento Ciudadano, Eugenio Govea, traban alianzas para las competencias electorales que se avecinan, Juárez se distrae en grillas palaciegas. Es casi seguro que lo habrá de relevar en el corto plazo el oficial mayor, Elías Pecina, brazo derecho de Carreras, que también incidirá al momento de ungir candidatos para las competencias en julio de 2018. El novato Martín Juárez ya hizo acuerdos subterráneos con el edil de Villa de Zaragoza, Xavier Gómez, que traicionó a su impulsora, la ex munícipe Amada Zavala, con la que tiene además un pleito legal, ya que le adeuda una gran cantidad de dinero, de la anterior campaña. El dueto busca hacer candidato del PRI en los siguientes comicios al hermano del alcalde, Alejandro Gómez, en detrimento del fiel ex contendiente, Rafael Cárdenas, que después de tres derrotas, ahora sí podría salir victorioso, ya que le favorece la ruptura de Zavala con Gómez. Pero lo entierra el golpe bajo de Martín Juárez, al que sus correligionarios definen también como un dirigente chiquito, sin aspiraciones, gris, alejado de la militancia.
