Archivo de la etiqueta: Casa

es content solo

El vocero de Carreras, Adrián Vázquez, compra residencia y vehículos por casi 5 millones de pesos

Aunque en los hechos su eficacia es nula para resolver los problemas apremiantes de los potosinos, como la inseguridad, la pobreza y el desempleo, al menos el sexenio de Juan Manuel Carreras López tiene la ventaja de generar nuevos ricos.

Entre la pléyade, destaca su jefe de prensa, Adrián Vázquez Méndez, acusado de ineptitud y nula lealtad a su jefe, ya que filtró a los medios informativos y redes sociales, el audio donde el dueño del periódico El Mañana, Pascual Oyarvide, platica con el secretario de finanzas, José Luis Ugalde Montes, que despotricó en contra del doctor en derecho. Lo llamó “muy pendejo” para hacer negocios con el dinero asignado para la campaña.

En días recientes, Adrián Vázquez adquirió una residencia por casi 4 millones de pesos en la Privada del Parque 476, en la avenida Chapultepec, una de las zonas más exclusivas y de alta plusvalía de la capital, ya que se ubica frente al mega pulmón verde del parque Tangamanga uno. Además, se mueve en dos camionetas último modelo que en conjunto, alcanzan los 800 mil pesos. El funcionario tiene ingresos de 80 mil pesos al mes.

En el sexenio del panista Marcelo de los Santos Fraga, estuvo bajo las órdenes de la vocera María Luisa Paulín Hernández, de la que aprendió la habilidad de “ordeñar” los sobres que cada quincena, de manera arbitraria, reparten a fotógrafos, reporteros, columnistas, directivos y dueños de medios informativos. Manejó un presupuesto anual que superó los 40 millones de pesos, cuyo destino final no se fiscaliza. Lo manejó para acallar a la prensa local. Paulín se imaginó la gobernadora y se abrió un frente de mil enemigos a los que calumnió y ensució de manera vil. No se salvaron de sus bajunos ataques los magnates Pablo y Miguel Valladares García, dueños de los periódicos San Luis Hoy y Pulso.

Se ensañó con el endeble ex secretario de salud, Fernando Toranzo, que luego alcanzó la gubernatura. Para limar su oxidada fama y sacudirse el yugo de su ex promotor, el galeno encarceló por fraude al ex titular de finanzas, Joel Azuara y al ex oficial mayor, Humberto Picharra. Al contador público le impuso la más alta multa en toda la historia del país y del mundo, por más de 7 mil millones de pesos, por el sospechoso crédito de mil 500 millones de pesos que dilapidó antes de abandonar el cargo. Marcelo de los Santos combatió la risible pena en los tribunales y rápido salió del embrollo.

Pero Toranzo fue más severo con Paulín. La acusó de peculado por más de 30 millones de pesos, por lo que estuvo encerrada más de un año en el penal de La Pila. La ex funcionaria se dijo víctima de un atropello contra la libertad de prensa y se declaró presa de conciencia. En su fugaz paso como asesor gubernamental, el notario público 32, Leonel Serrato, documentó un grueso expediente de los latrocinios de Paulín. Indicó que Toranzo se portó benévolo al no incrementar el monto financiero del delito, por lo que aun debería estar tras las rejas.

Cuando Paulín se dio cuenta de que Vázquez le jugaba rudo, lo corrió de la dependencia. El funcionario menor se refugió en la secretaría de educación, donde se dedicó a dilapidar los recursos públicos en revistas internas con nulo tiraje y altos costos. Además se volvió un experto en ocultar los informes que deben ser públicos. Nunca lo doblegaron los feroces peticionarios, Federico Piña Fraga y el extinto David Robledo Miranda.

Vázquez tuvo la fortuna de coincidir con el ex colaborador panista en el mandato de Felipe Calderón, Juan Manuel Carreras, que también por sus nexos con el ex presidente Carlos Salinas y el maximato local Horacio Sánchez Unzueta, brincó como candidato a la gubernatura, sin importar su bajísimo perfil. Dejó en el camino a priistas de cepa como el ex senador José Ramón Martell y el ex diputado local, Jesús Ramírez Stabros. Gracias a los votos del alcalde de la capital Ricardo Gallardo Juárez y el mega fraude cometido a su contendiente panista Sonia Mendoza, Carreras se convirtió en gobernador.

Rehén de diversos grupúsculos, corrientes y patrocinadores, apenas pudo colar en su gabinete a dos cuadros cercanos. El oficial mayor, Elías Pecina y su voraz jefe de prensa, Adrián Vázquez, que ya se jacta de pertenecer al reducido grupo de nuevos ricos en San Luis. Igual que su jefe Carreras, es déspota y cruel con sus colaboradores. Maneja de forma atrabiliaria los más de 81 millones de pesos anuales que destina a sobornos y chantajes para mantener amordazada a la prensa local. Para no quedarse atrás de su ex jefa en el saqueo de las arcas, ahora puede presumir que es su vecina. También lo es de la ex presidenta estatal del DIF, María Luisa Ramos Segura, que se hizo mega millonaria con los porcentajes del 30% que exigía a los proveedores del gobierno estatal y los costos inflados en los frugales desayunos escolares que repartía a las escuelas junto con su hermano Rodolfo Ramos Segura. En una compra de equipo de seguridad a vendedores de Monterrey, por 3 mil millones de pesos, la anestesióloga aseguró su futuro y el de sus descendientes por los siglos de los siglos.   

A la mitad del escabroso sexenio, Carreras también ya fue denunciado de sacarle ventaja al presupuesto en la compra de terrenos a allegados y en las fallidas inversiones de la trasnacional Ford. Sus detractores empiezan a preguntarse dónde están los más de 120 mil millones de pesos que ha ejercido hasta la fecha. Igual que a Toranzo, se le fustiga de no tener una obra relevante. Fue por lo que se apuró a blindarse e imponer al fiscal anticorrupción, Jorge Alejandro Vera Noyola, que antes le sirvió de enlace con el poder legislativo. También ratificó presuroso, sin consulta popular, al ahora fiscal Federico Garza Herrera, que ha mostrado absoluta incompetencia para frenar la ola de sangre que azota a los potosinos. Pero ya se empieza a delinear dónde están los recursos de los potosinos. Una mínima parte se encuentra en la residencia del vocero gubernamental, Adrián Vázquez Méndez.