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Soledad se convirtió en un cementerio de narco fosas clandestinas en la etapa de Gallardo Juárez

El ex comandante de la policía judicial, Julio Alfredo Ceballos Alonso, reveló que en la etapa del ex edil de Soledad, Ricardo Gallardo Juárez, se llevaron a cabo decenas de desapariciones forzadas de pandilleros que terminaron sepultados en narco fosas. Expuso que algunas tumbas se localizaron en un rancho del ex director de la policía municipal, Jesús Maldonado, colindante con Armadillo de los Infante y Cándido Navarro. Resaltó que la delincuencia organizada arribó al municipio conurbado con el alcalde panista Juan Manuel Velázquez, pero alcanzó su mayor esplendor con Gallardo, que despojó de toda fortuna a su antecesor. Le quitó maquinaria, dinero y múltiples propiedades. En la época del terror, en las notarías se registraron incontables cesiones de terrenos a favor del temible munícipe. Es el dueño absoluto del municipio. Ceballos relató que Gallardo formó un grupo de operaciones que capitaneó el ex director Gerardo Aníbal, ahora encerrado en el penal de Santa Adelaida, Matamoros, que auxiliado por Los Zetas, se dedicaron a desaparecer a chavos banda, que obstaculizaron sus labores financieras. Los que aceptaron ser halcones o sicarios, salvaron sus almas. Los demás, ingenuos, que buscaron el choque directo, fueron masacrados, borrados de sus míseras colonias. Entonces se supo que de una tumba fueron extraídos 50 cuerpos, que fueron trasladados a Tamaulipas en un misterioso autobús. Ceballos destacó que al iniciar secretas excavaciones en Soledad el procurador Federico Garza, el gobernador Juan Manuel Carreras tuvo una oportunidad de oro para sacudirse a su inexorable verdugo, Gallardo Juárez, que también lo ha sepultado con su exagerado protagonismo. Era el momento vital de pedirle cuentas a Gallardo, que convirtió a Soledad en un cementerio. Muchas familias todavía esperan saber el destino final de sus seres amados.

-En Soledad escarbó la procuraduría para destapar las narco fosas.

-Hemos tenido muchas entrevistas de distintos tópicos y ahora será sobre el caso de las desapariciones forzadas. Hay muchas víctimas, no se ha solucionado ningún caso. Hemos tocado de forma tangencial el tema de las narco fosas. Desde algunos años atrás he denunciado en qué terreno se ubican. En particular, Cándido Navararro, Enrique Estrada, en los límites con Armadillo de los Infante y Soledad, en lo que es la colonia La Constancia. Se rumora en el bajo mundo, en los lugares donde se mueve el crimen organizado, como los mercados, barrios, las pandillas, que son los sitios, los espacios del campo abierto donde podemos ubicar en un triángulo, la gasolinera del avión, la escuela de agronomía de la universidad autónoma y el psiquiátrico Chicosein, donde están las narco fosas. Recordemos que tenemos mucha gente desaparecida de manera forzada. Es un delito que se inicia en la segunda guerra mundial, con el decreto noche y niebla establecido por Adolfo Hitler a favor de la Gestapo y las tropas de asalto de la seguridad secreta. Tenían la facultad de allanar domicilios en la madrugada, detener judíos. Era el estado, los policías, los cuerpos de seguridad los que desaparecen. Entonces, es donde se crea el perfil del delito, las desapariciones forzadas. Tenemos ejemplos más recientes en las dictaduras latinoamericanas, como Argentina y Chile, donde el estado aniquila a la gente. ¿Cuáles son las características?. Primero levantan, secuestran, privan de la libertad a la víctima. En lo general es un enemigo político. En el caso de México, en la narco guerra, no es un político, es un contrario de otro grupo rival o un particular. En el caso del secuestro, la finalidad es el rescate económico, el beneficio. En la desaparición forzada y levantón, el objetivo es causar la muerte al individuo o víctima, que nunca regresa.

«Tenemos casos muy sonados y particulares de desapariciones forzadas. Como la de los comandantes de la policía ministerial Mauro Bausari y Jaime Guzmán. La de seis custodios, varios policías y muchos particulares. Está el de mi amigo escritor Israel Cárdenas. En México, en particular San Luis Potosí, el crimen organizado desaparece a un enemigo. Es un problema entre mafias. Pero en las desapariciones forzadas interviene la autoridad, los cuerpos policiales. Todos tenemos conocimiento que en el estado y el resto de la república, hay casos en los que la policía tiene sus retenes. Y de repente llega una persona que por algún motivo no les simpatiza. O no les late y lo privan de la libertad. Uno no se inquieta, se imagina que es la policía. Consideran que es un abuso pero lo llevarán a las celdas o ministerio público. Pero no sucede y lo entregan al crimen organizado. A tales personas jamás se les vuelve a mirar. Supongamos que se trata de un empleado. Antes, si alguien compraba una casa de interés social, en el contrato se consignaba que si la persona fallecía, la vivienda quedaba saldada. Los seguros de vida de un desaparecido, son ambivalentes. No está vivo pero tampoco muerto. Entonces, para efectos de una casa en particular, queda saldada con la muerte del individuo, ¿pero dónde está el cuerpo?. Si la familia quiere cobrar los seguros de vida, son efectivos cuando está el difunto. Para tales efectos, lo consideran vivo. Es un problema policial y jurídico. La gente cree que el físico de un desaparecido o asesinado es el cuerpo del delito. No, en términos doctrinales, es una parte del cuerpo del delito, que se construye con el cadáver del muerto, las armas que se utilizaron, los cálculos y todo lo que rodea al fenómeno de desaparecer una persona. Se puede determinar una pesquisa sin cuerpo. Es decir, nuestras policías dicen, no hay cuerpo, no hay delito qué perseguir. Están equivocados. Antes, para que una persona víctima de desaparición forzada, se determinara la presunción de muerte judicial, tenían que pasar 5 ó 6 años. En tiempos de paz. Pero es la fase de guerra, como la que se vive en México contra el narcotráfico, entonces debe disminuir el lapso. Los trámites de desaparición forzada deben ser a los dos años. Lo comento de una forma tal vez apocalíptica o indebida, si una persona tiene un hermano, hijo o esposo, si durante un año no tiene noticias, hay que presumir su muerte debido al estado de caos y violencia que se vive en el país. Se ha generado un mito cuando por ejemplo, desaparece un hermano. Lo suavizan cuando se imaginan que lo trae un grupo del crimen organizado en otras partes de la república. Y que a lo mejor viene en uno o dos años. Yo sostengo que está muerto».

«En las narcos fosas hay un punto importante. El Tanque Tenorio se alimenta de aguas negras. Ignoro de dónde procedan, pero durante muchos años han aparecido decenas de cadáveres. Volvemos a lo mismo, están putrefactos o son osamentas que nunca se detectaron. Hay que ser claros, cuando tiran un cuerpo a la intemperie, la gente lo mira porque es su ruta de paso o usan el agua para regadío. Podemos suponer que muchos están en el fondo. Tal vez anclados con una piedra. Algunos que se han encontrado a las orillas, son osamentas. Se los comieron las hormigas, depredadores naturales o animales carroñeros que de una forma rápida destruyen el cuerpo. Yo quiero que me digan las autoridades de quienes son, a qué personas corresponden. Tenemos muchos desaparecidos en San Luis Potosí. ¿Qué finalidad tienen los cuerpos?. Por favor, no digan que terminan en una fosa común. Los cadáveres se deben almacenar, hacer una prueba de adn. Tenemos un problema en todo México. Me pregunto ¿quién va a identificar los restos humanos con criterios forenses?. Es decir, la osamenta, la cabeza, la columna vertebral, en algún momento pertenecieron a un ser humano. ¿A quién corresponde?. Las familias tienen derecho a la verdad. Es una prerrogativa constitucional se haga un análisis serio, exhaustivo y con resultados. Lo que sucede es que los cuerpos se van a la fosa común. Y si años después alguien los reclama, no existe una base de datos, contar con el adn, saber a dónde se fueron los restos humanos, en qué parte están sepultados. No se deben incinerar, menos tirar a una fosa común 50 restos humanos. Para las autoridades es muy fácil hacerlo, pero las 50 personas nunca van a aparecer y jamás sabremos qué les pasó ni quienes son».

-¿Todavía se puede hacer un análisis?

-Claro, implementar pruebas de adn mitocondrial que remite al linaje materno. Si seguimos el de las mujeres, su historial puede llegar de los 200 a 400 años. Se puede saber quién lo heredó. Entonces, si hay una osamenta, podemos obtener el material genético y se contrapone con el de las mamás de los desaparecidos. Es el más efectivo, ¿pero quién lo va a realizar?. Hace años se discutió en San Luis Potosí que tenían un equipo para practicar muestras de adn y nunca se usó. O está perdido o es inservible. No son sólo los aparatos… continúa (tomado de la versión impresa, JULIO 2016)