La pandemia que mata

17 agosto, 20209:01 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Destacada Noticias

En San Luis Potosí hubo tres personajes que desde el inicio de la pandemia, no salieron a la calle durante 4 meses consecutivos. Se apegaron de manera férrea a las indicaciones institucionales de quedarse en el hogar, para no infectarse ni ser portadores del coronavirus. Las extremas precauciones no les alcanzaron a salvar la vida a algunos de los familiares más cercanos, que sucumbieron a la inexorable contingencia. El viajero incansable, el notario uno, Eduardo Martínez Benavente, lamentó el deceso de una de sus tías, que vivió aislada los últimos años de existencia.

También perecieron dos sobrinas. Su hijo, Josué Martínez Aristegui, que lo tiene de adscrito, resultó positivo, pero se sobrepuso. En el lapso que duró enclaustrado, el fedatario se dedicó a exaltar el desempeño del presidente Andrés López Obrador, lo que le valió incontables críticas de panistas en las redes sociales. Apenas se reincorporó a la rutina, lo visitaron sus leales clientes. Los atiende a 3 metros de distancia, embozado con un cubre bocas azul. Expone que le da pavor mirar a la gente que no se cuida, después de narrar las tristes experiencias cercanas.

Otro que guardó una conducta monástica fue el cronista deportivo Juventino Sánchez Rosales, que hace meses también asesoró al gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco. Desde el constante encierro, despotricó contra los ciudadanos irresponsables que no respetan las reglas mínimas de seguridad. Lamentó la muerte de una de sus tías más queridas por covid. También resultaron positivos dos sobrinos y otros amigos cercanos “que se pelaron”.

Hace poco, Sánchez dejó el claustro y se lanzó a la huasteca a evaluar los métodos con los que se combate la pandemia desde la esfera gubernamental, donde se registra el segundo y tercer lugar en el número de afectados. Censuró el despliegue proselitista del diputado federal, antes del PRD, ahora del Verde Ecologista, Ricardo Gallardo Cardona, en plena hecatombe mundial. Le reclamó a las autoridades electorales sancionarlo. El lance de Sánchez le consiguió ataques soeces de los seguidores del también ex alcalde de Soledad. Lamentó que San Luis regresara al semáforo rojo. Exhortó a sus seguidores desconfiar de los demás y guardar la sana distancia, ya que la crisis de salud no es un juego. A finales de julio, anunció que no obstante los extremos cuidados que tuvo y de concientizar a los demás, salió positivo en los exámenes de covid. Expuso que pudo contaminarse con billetes y monedas que recibió de cambio al surtir el abarrote. Aunque siempre tuvo un lavado frecuente de manos. Sus incontables fans le desearon pronta salud.

El único hombre que se ha mantenido estoico, inamovible, con voluntad de hierro, que sólo sale a tirar la basura a la esquina y se regresa a su ergástula casera, es el arquitecto Juan Ramírez Martínez, que desde el limbo buscó ser director de la escuela del hábitat de la universidad autónoma. En su amplia currícula, aparece que fue alcalde interino de Soledad. Indefenso, con el dolor y miedo encima, a la distancia, siguió el drama de su hijo, que fue presa de una súbita e incontrolable bronquitis, que lo atosigó sin reposo y casi lo asfixia. No podía hablar, comer ni dormir.

Un amigo doctor que labora en la Beneficencia Española se encargó de atenderlo. Después de varios estudios, concluyeron que cargaba el virus del covid, por lo que se recluyó en su departamento dos semanas. Fue presa de la angustia, ya que la calma tardó en regresar. Aunque tiene un trabajo administrativo en la secretaría de educación, no se salvó del constante roce con la ciudadanía, donde se infectó. Ramírez lamentó además, resultara afectada una sobrina que es enfermera y una cuñada que es doctora. Fue el costo de aparecer en la primera línea de defensa, ya que ambas laboran en hospitales, donde atienden a incontables contagiados. Cuando se dieron cuenta que tenían los síntomas preestablecidos, se hicieron los análisis respectivos para confirmar la tragedia. Tuvieron que aislarse y someterse a un tratamiento. Los casos que vivió de cerca impactaron a Ramírez.

Incrementaron sus temores y convicciones de quedarse en casa. “Estar sano y vivir la vida es lo mejor”. Expuso que entre las secuelas, están los dolores musculares, se pierde el olfato y el gusto. Resaltó que no es prudente auto medicarse, ya que el diagnóstico podría ser distinto. Se requieren radiografías de los pulmones, para saber que no están dañados y otros estudios. No descartó que sus familiares vuelvan a recaer. Lamentó que gran parte de la ciudadanía no se protege. “En Himalaya, hacen fiestas con mariachis y conjunto musical. Lo mejor es quedarse en casa. Si tienen que salir a trabajar, cuidarse con careta y cubre bocas. El caso de los asintomáticos es más letal, no saben que están enfermos y son focos de contaminación ambulantes”.

“Pero de repente llegan los estragos y los pulmones ya tienen cicatrices. Es lo que pasó en Estados Unidos cuando abrieron las escuelas. Los niños asintomáticos contagian a los adultos. Los países poderosos van a tener su vacuna muy pronto. La moraleja de la pandemia es que debemos ser mejores seres humanos, más participativos y menos egoístas. Aproveché para conocer mi casa, cómo funciona diario, disfruto la oficina y demás espacios. Me metí al hidromasaje. Dicen que ayuda a evitar el virus, hay que hidratarse con frecuencia, hacer ejercicios respiratorios para calibrar los pulmones. Aspirar profundo y aguantar 20 segundos. Si soportan más, mejor, los fortalecen. No fumar”.

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La defensora de la dignidad de las mujeres, Yasmín Escobar, armó un escándalo en las redes sociales cuando ventiló el caso del tío de un amigo, jubilado del Issste, al que no le facilitaron un respirador artificial cuando adquirió el virus del covid, por lo que pronto falleció. Los familiares denunciaron que el ministerio público les exigió 20 mil pesos para dar fe del cadáver. Pero advirtió que no les entregaría ningún recibo a cambio, lo que generó mayor coraje entre los quejosos. La activista fue atacada desde las esferas gubernamentales por “inventar historias”. Lamentó que los pensionados, después de pagar cuotas durante 30 años, no reciban un trato digno en su retiro por trabas burocráticas. Precisó que en San Luis, la dependencia tiene 20 camas con respiradores, pero no le dieron cabida al enfermo. El nosocomio de Soledad, está equipado, pero le falta gente adiestrada. Negó que el hospital central, declarado centro covid, no funciona como tal, sólo lo hacen para cubrir las formas. La carga de trabajo se concentra en el Issste y Seguro Social, que resultan insuficientes. Escobar destacó tener familiares en el sector salud, que le comentan las múltiples carencias vividas en el transcurso de la coyuntura.

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Un ex integrante del Club Pumas del Saucito, que padecía diabetes, hipertenso y obeso, estuvo durante 15 días en cuidados intensivos en una clínica del Seguro Social, conectado a un respirador. No aguantó la batalla contra la pandemia. Los restos fueron incinerados. Sus familiares lo despidieron a distancia. Los residentes de los condominios Morales Saucito, temen que haya contaminado a otros familiares y conocidos, por lo que algunos ya se hicieron los análisis recomendados. La misma suerte corrió el dueño de una carnicería que se ubica en la avenida Lázaro Cárdenas. Su muerte conmocionó al vecindario, ya que por años los surtió del preciado insumo. Algunos parroquianos criticaron el irrespeto de la gente que acude a fiestas y bares sin las mínimas protecciones. Pusieron en duda las cifras que maneja el subsecretario de salud nacional, Hugo López Gatell, que deja fuera los enfermos y fallecidos que tienen las aseguradoras particulares, donde consignan los casos de personas que tienen acceso a seguros médicos de gastos mayores. Censuran que la iglesia no suspenda los festejos religiosos, como pasó con la caminata del Señor del Saucito, trasladado en una amplia romería a la catedral, ubicada en el centro histórico.

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Una habitante del fraccionamiento Capricornio, de 50 años, despertó un martes con un agudo dolor de garganta. Acudió con su médico de cabecera del Seguro Social, que le recetó antibióticos para lo que consideró una posible neumonía. La mandó a reposar a su casa. El miércoles, le llamó para decirle que no mejoraba. Otros familiares que están vinculados al sector salud, le dijeron que padecía covid. El cuadro se complicó y el viernes falleció. Al tratar de buscar un origen del padecimiento, se planteó que la pudo infectar el esposo, que es chofer, con amplia movilidad. O por la rutina de sus dos hijos, que salen diario a laborar. También falleció una maestra jubilada, oriunda de Enramadas, poblado de Santa María del Río. Fue diagnosticada de covid. Lo mismo dos hermanos, que perecieron poco antes. Una profesora de Ciudad Fernández que laboró en la zona 57 del sector educativo, sucumbió el 18 de julio. Se le adelantó el cónyuge, siete días antes, por las mismas causas.

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Pero también hubo casos de funcionarios que sucumbieron ante el flagelo. El primer edil que expiró fue el de Vanegas, Josué Antonio García Rodríguez. Murió en una ambulancia de la Secretaría de Salud cuando estaba por ingresar al hospital privado Star Médica. Encabezó el llamado Municipio de la Esperanza, donde no hubo enfermos de covid. La categoría la perdió por colindar con Galeana, Nuevo León. Al registrarse el deceso, se confirmaron otros cinco casos positivos. No se salvó de contaminarse el alcalde de Huehuetlán, José Antonio Olivares Morales. El de Xilitla, Martín Eduardo Martínez y la de Villa de Reyes, Érika Briones.

Resultaron asintomáticos, el secretario de gobierno, Alejandro Leal Tobías y el subsecretario, Aureliano Gama Basarte, que estuvieron recluidos dos semanas. Leal confesó haber cometido el error de quitarse el cubre bocas al encabezar una asamblea masiva. No se salvó el titular de comunicaciones y transportes, Fernando Chávez, quien se enclaustró 24 días en su recámara, a dónde le llevaron los alimentos. Aunque padeció incómodas molestias, no fue hospitalizado. Otro afectado fue el diputado local del PRI, Mauricio Konishi. No se salvó el coordinador de la bancada del PAN y presidente de la Junta de Coordinación Política, Rolando Hervert Lara, después de presentar un fin de semana, síntomas de gripe. Estuvo en México con el dirigente nacional de su partido, Marko Cortés, que se juntó con los aspirantes a la gubernatura de San Luis. El legislador tuvo luego varias entrevistas y reuniones de trabajo.

El ex candidato a diputado local del PAN por el distrito de Valles, Francisco Gómez Faisal, publicó: “ustedes me conocen, saben que juego softbol, béisbol, monto a caballo, trabajo en el rancho y que de repente corro alguna carrera. Saben que soy un hombre sano en todos los sentidos. Hoy quiero decirles que llevo encerrado 13 días, salí positivo de covid. A pesar de no ir a fiestas o actos multitudinarios, me contagié. No está padre la enfermedad, he tenido días muy complicados, con debilitamiento físico, temperatura y mucha tos”.

“Hay otros días favorables, con altibajos, durante la cuarentena. Les recomiendo se queden en casa. Valles tiene los números más altos en el país. Mucha gente se ha muerto, otra sigue en cautiverio. Cada vez son más los casos. Si las autoridades sanitarias del municipio o el mismo alcalde no acatan las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, déjenlos que se enfermen. Nosotros hagamos conciencia colectiva, salir lo menos posible y protegidos. Salvemos a Valles de la pandemia”. En las conferencias cotidianas que encabeza la secretaria de salud, Mónica Rangel, informó que once integrantes de la fiscalía local resultaron positivos de coronavirus. Se sumaron 40 miembros del ejército y dos agentes de la policía preventiva de la capital.

 

 

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