Josué Reynaga censura los linchamientos colectivos, son un retroceso social

14 mayo, 20197:35 pmAutor: Capital Noticias

El dirigente de la Federación de Trabajadores Diversos, Unidos y Servicios en General de San Luis Potosí, Josué Reynaga Maldonado, censuró los linchamientos colectivos, que se interpretan como una forma de solucionar los diversos problemas que vive la ciudadanía, ya que las autoridades no realizan su trabajo. “En el nuevo sistema de justicia penal, el delincuente sale sin mayor problema, porque los jueces lo liberan. El ratero se convierte en víctima y la gente en su verdugo”. Exigió activar protocolos de seguridad. Y que la policía ni suelte a los inculpados a cambio de sobornos, lo que incrementa el coraje de los afectados.

La delincuencia que se vive en el estado y país es parte de la violencia que se desbordó en un 250%, provoca miedo de salir a las calles. “Cuando ocurre un linchamiento, no se puede procesar a todos los que intervienen. Siempre hay un autor, lo vimos en una colonia donde casi queman vivo a un joven que no era maleante. Tuvo problemas con los que lo agredían y señalaron. La gente enardecida lo golpeó y torturó. Es lo que debemos evitar”.

Indicó que las redes sociales son fundamentales al incitar los linchamientos colectivos al difundir videos e imágenes en lo inmediato. Hacen a un lado el verdadero propósito por el que fueron creadas, como el de informar y llegar a varias partes del mundo en un instante. “Muchas veces se libera a los delincuentes por falta de pruebas. Los detienen porque nadie presenta cargos. Todo lo contario pasa con el 95% de los internos en las cárceles, que son inocentes. Ahora con el nuevo sistema, se busca evitar que ocurran tales anomalías. Encarcelar a alguien de manera injusta, no solo detenerlos por tener culpables”.

Enfatizó que los linchamientos implican un gran retroceso. Hay que confiar en las autoridades, que no se manejan solas. Los afectados deben aportar los elementos suficientes para que los malhechores no estén libres en las calles. “A muchos no les dan trabajo ya que los etiquetan como pandilleros. O no tienen ninguna experiencia laboral o les faltan estudios. Hay que contratar personas que quieran salir adelante”. Lamentó que los derechos humanos se hayan desvirtuado, ya que en la mayoría de los casos, se protege al que infringe la norma y no a la víctima.

 

 

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