Gallardo Cardona puede comprar la presidencia de la república, si se le antoja

11 julio, 20222:23 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Noticias Opinion

San Luis es pionero en el cobro del diezmo o sobornos. Pero la modernidad y los estilos de mandos, han incrementado los montos de manera exponencial. La ideología o las siglas partidistas es lo menos importante. En la etapa que fue titular de la extinta Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, Leopoldo Stevens Amaro, en el cuatrienio de Horacio Sánchez Unzueta, estableció el hito de cobrar por escrito y en público, el 10%, que lo disfrazó como un acto de “supervisiónâ€. En el desastroso sexenio del cirujano de bajísimo nivel, Fernando Toranzo, junto con su entonces cónyuge, la anestesióloga, María Luisa Ramos Segura, los niveles de cohecho se fueron por las nubes. Tan sólo en una compra de equipo de seguridad para la policía estatal a proveedores de Monterrey, por 3 mil millones de pesos, ofreció al encargado de compras de la Oficialía Mayor, por cerrar la compra fraudulenta, 60 millones de pesos. El subordinado se espantó de terminar tras las rejas y se negó, por lo que fue corrido ipso facto. Luego ventiló que la hosca funcionaria se pudo embolsar, sin el mínimo rubor, al menos 300 millones de pesos. Mantuvo un criterio ortodoxo, pero hay evidencias contundentes que en otros sucios arreglos, se pudo brincar al 30% de ganancias. Con el actual mandatario, Ricardo Gallardo, la cifra podría rondar en el 50% de dividendos netos. Lo demuestra el armatoste que hizo a la entrada del parque Tangamanga uno y otras obras menores dentro del enorme pulmón, que no tuvo cambios sustantivos. Si hubiera dicho que el costo era de 100 millones de pesos, todavía cae en el criterio de obra inflada, cara, con un alto sobrecosto. No resiste el mínimo balance. Entonces, con la mano en la cintura, se ganó 100 millones de pesos. Sabe que el congreso ni la Auditoria Superior del Estado, lo habrán de investigar, porque los tiene con un pie en el cuello. Otro dato revelador es el arco de las tres culturas, que demolió de manera arbitraria, sin consultar al entreguista alcalde de Valles, David Medina. Lo sustituyó con un mamotreto similar al del parque Tangamanga uno, que tasó en 25 millones de pesos. El costo real no supera el millón de pesos. Con un cinismo desmesurado, sagaz, fácil se embolsó más de 20 millones de pesos. Sabe que no tiene el mínimo contrapeso en la entidad, que le ponga un alto a sus latrocinios desmesurados. Es por lo que su próxima conquista, serán las arcas de al menos 27 alcaldías, al convertirse en el contratista número uno de la entidad. Tendrá ingresos mega millonarios. Astuto y calculador, nadie le impedirá que al menos se quede con el 10% del presupuesto anual de la hacienda pública, que supera los 50 mil millones de pesos. En el sexenio, podrá amasar, sin el mínimo esfuerzo, más de 15 mil millones. Pero como todo lo mira en términos de competencia, no se dejará ganar por su antecesor Juan Manuel Carreras, al que acusa de haberse robado de las arcas, 20 mil millones de pesos. A la nueva fortuna que consiga Gallardo, habrá que sumarla los otros 20 mil millones de pesos, que junto con su padre, Ricardo Gallardo Juárez, en 15 años que han regenteado la alcaldía de Soledad y de la capital, han amasado, según denuncias del dirigente de los comerciantes del Rebote, Juan Antonio Rodríguez Chessani. No es estúpido que Gallardo Cardona aspire a suceder a su principal mecenas, Andrés Manuel López Obrador. Cargará más dinero en la bolsa que cualquiera de sus competidores. Puede comprar la presidencia de la república sin aspavientos, con todo y tabasqueño envuelto para regalo.

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