Gallardo Cardona, contratista, locutor, comerciante, charro, sacerdote, influencer, historiador, meteorólogo, jefe político

26 enero, 20223:28 amAutor: Juan Pablo MorenoCapital Destacada Noticias


Aparece en todas partes, en cada momento, es el colmo del protagonismo a ultranza, casi enfermizo. En los boletines institucionales que generan las dependencias estatales, se remarca que actúan por órdenes del gobernador Ricardo Gallardo Cardona. Luego se estableció como naciente cliché, el joven mandatario. Mimético, repite el esquema de su principal mecenas, el presidente Andrés Manuel López Obrador, enemigo de la crítica y los contrapesos, que no ceja en sus ataques virulentos a sus antecesores, Carlos Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. El también boyante vendedor de pollos, vehículos, garrafones de agua, tortillas, despensas, contratista, locutor y más, se queja del doctor en derecho, Juan Manuel Carreras, que tan sólo en el sector salud, le dejó un hoyo financiero de 20 mil millones de pesos, pero se niega llamarlo a cuentas. En tres meses de polémico desempeño, Gallardo no ha podido controlar la ola de ejecuciones, asaltos y secuestros, menos la llegada de nuevas pandillas criminales. Como si habitara en Estados Unidos, hizo una alharaca con un falso grupo Swat, que luego se evidenció como un equipo de policías inexpertos, apenas egresados de la academia estatal.
Igual como lo hizo con su padre Ricardo Gallardo Juárez en Soledad, en la que ambos fueron alcaldes, donde prevalece la pobreza y el abandono, el novato mandatario se muestra reacio a la transparencia. Mandó arreglar la entrada del parque Tangamangan uno, para simular al central de Nueva York, con ostentosas columnas, cuando no se trata de una obra prioritaria ni urgente. Hará un canal de remos que poco se practica en la capital. Los gastos ascienden a 150 millones de pesos. Para eludir las licitaciones, manejó que los trabajos se harán por la figura de administración, es decir, a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas. Pero oculta que fueron subcontratadas 10 empresas privadas que se repartieron las acciones por etapas. Sistemático, se negó a informar sobre el costo de las posadas navideñas, donde reparte cobijas y despensas en cantidades industriales. Facilita datos a medias, confusos y contradictorios de los artistas que contrata, ya que le fascinan.
Anunció que tenía un presupuesto arriba de los 3 millones de pesos para las posadas y grupos musicales, lo que contrastó con lo dicho por el director de planeación de la secretaría de cultura, Jorge Valdivia Garza, que manejó 5 millones 6 mil pesos, lo que tampoco le alcanza para cubrir la parafernalia de bandas ruidosas y cantantes populacheros como Julión Álvarez, Alfredo Ríos “El Komander”, Calibre 50, David Olivares, Los Cardenales de Nuevo León, la Adictiva de San José de Mesillas, la Maldita Vecindad, Sonora Santanera, Bobby Pulido y el Gran Silencio, que se presentaron en Valles, Matehuala, Rioverde y Soledad. Gallardo se convirtió en el principal infractor de la norma al convocar a reuniones masivas en la etapa que se incrementaron los casos de Covid 19, sin importarle la llegada de la nueva cepa Ómicron, más letal que la Delta. Añadió al negocio de los festejos, las pistas de hielo, villas de luz, nacimientos y múltiples adornos en las principales avenidas. En los portales de espectáculos, se maneja que tan sólo Julión Álvarez o “El Komander”, cobran arriba de 2 millones de pesos donde se presentan.
Acostumbrados a los anuncios de saliva, obras suntuosas o ilegales que tampoco terminan, como el teatro Doroteo Arango, en Soledad, que costó 40 millones de pesos y el puente a desnivel en el Saucito, donde su padre, Gallardo Juárez, en la etapa de alcalde de la capital, malversó 112 millones de pesos, sin colocar un ladrillo, ahora el hijo, envuelto en su ascendente megalomanía, para proyectarse como un mandatario audaz, original y solvente, sin concurso público, ordenó construir el árbol navideño más grande de América Latina, de 70 metros de altura, que tuvo un costo cercano a los 3 millones de pesos. Obsesionado en inaugurarlo lo antes posible, en los incontables medios escritos y electrónicos que patrocina con el erario, se encargó de promocionarlo de manera profusa. Para hilvanar la ostentosa obra, tuvieron que colocar una enorme grúa en la Plaza de los Fundadores. Cerraron varias calles del centro histórico, lo que provocó cuellos de botella y recordatorios maternos al vanidoso mandatario.
Previo al encendido, Gallardo realizó un intenso despliegue publicitario. Acompañado de un Santa Claus y su familia, todos vestidos de verde, en el trayecto repartió dulces y abrazos. Al momento se prenderlo, hubo un corto circuito, lo que provocó un amplio apagón en las calles aledañas. El pino ícono que iba a proyectar un gobernador de hierro, resultó un auténtico fracaso. Con el prurito de sentirse el más popular y querido por las masas, el principal responsable del enorme ridículo fue el propio vendedor de pollos, que no sabe delegar la tarea administrativa más ínfima, ya que se desvive por desplazar a sus ayudantes, temeroso que le quiten un rayo de luz de los ansiados reflectores. La tragedia pudo evitarse si hubiera realizado algunos ensayos previos en la madrugada u horas antes de presumir su magno acto. En las redes sociales, el ex diputado federal fue pulverizado hasta por sus más fieles seguidores, con burlas y ácidos comentarios.
Le dijeron que pusiera como excusa, al ratero de su antecesor, Juan Manuel Carreras, que no le alcanzó a pagar el último recibo de luz. Fiel a su conducta belicosa, rápido amagó que iba a correr a los generaron el palmo de narices. Se habló de un tempranero plebiscito adverso para alguien que ya aspira a suceder en el cargo a su principal mecenas, Andrés Manuel López Obrador. Contrario a la sistemática costumbre de ocultar los informes que se le piden, para salvarlo del berenjenal, la empresa encargada de hacer el fallido árbol, que parece más un cono aplastado, asumió las consecuencias, lo que aprovecharon los medios de Gallardo para justificarlo a toda costa. Dijeron que la firma, Neyoy Decoraciones, oriunda de Guadalajara, no tiene experiencia en hacer árboles de 70 metros. A los errores de iluminado, se sumaron deficiencias en la estructura, por lo que se hundió. Resaltaron que por un sobrecalentado en el sistema eléctrico, no se pudo encender completo. Censuran que la empresa contratada, dirigida por Sandra Neyoy, utilice otro nombre comercial, Árboles de navidad Neyoy. Se dedica a realizar adornos monumentales patrios, árboles de 50 metros con papel picado, banderas con telas nacionales e importadas. En San Luis, fue el primero que hizo de 70, por lo que, para desgracia de Gallardo, tuvo errores mayúsculos.
El lema de vivir sin miedo sólo beneficia al mismo gobernador, que tiene bajo su férula a más de 10 mil policías estatales, la ayuda del ejército y Guardia Nacional. No obstante, reformó la ley de ayudantía y protocolo para tener más agentes a su servicio, que lo cuiden 24 horas, donde incluye a su familia e invitados de otras partes que lo visiten. Se especuló que fue una maniobra para incluir en la nómina estatal, a los guaruras que lo siguen desde siempre y se mueven en costosas camionetas blindadas. Desdeñó la llegada de un comando armado de 20 encapuchados que se autodenominan Operativo Bélico. Aparecieron a inicios de diciembre en La Pila. Tienen como objetivo sacar de las calles a los contrincantes del Cartel de Jalisco. Le enviaron un mensaje de alerta al jefe de la policía de investigación, Miguel Amado Jiménez González, ya que está rodeado de agentes involucrados en secuestros, extorsiones, robos, cobros de piso y venta de drogas. Forman parte del Cartel de la Ministerial. El grupo criminal publicó un video donde realizan patrullajes en la zona y rafaguean dos domicilios. Gallardo se excusó al decir que vienen de fuera a tomarse unas placas y se marcharon.
Acostumbrado a mentir, Gallardo anunció integrar un grupo Swat, con 200 militares de élite, como funcionan en Estados Unidos, que usarán vehículos de calidad mundial. Iban a realizar maniobras tácticas de inteligencia para repeler todo lo malo, como barredoras y crear frentes estratégicos de defensa. Alardeó que no podía estar encerrado en la capital en reuniones que se tornan aburridas. Su deber es acudir a donde se encuentran los chingazos. Tenía la meta de sumar 450 elementos al iniciar el próximo año, para recuperar la paz de los ciudadanos. Nunca aclaró el costo de los salarios, instalaciones, insumos y bajo qué mando policial estarían adscritos. El choque con una célula criminal del Cartel de Jalisco en Cerritos mostró la tétrica realidad. El ex comandante de la policía judicial estatal y federal, Julio Alfredo Ceballos Alonso, denunció la conducta irresponsable del gobernador, “al enviar a la muerte y al suplicio, a los agentes recién egresados de la academia. Los obligan a incorporarse al pinchurriento Swat Cholero. Hasta el más ingenuo de los policías, se da cuenta de que el operativo era un fracaso. Queremos saber quién fue el pendejo que dirigió las acciones. Cualquier comandante experimentado, sabe que sacrificar vidas humanas, fue una reverenda estupidez”.
En la refriega murió el comandante, Aran Jazel Delgado Velázquez. Resultaron heridos Santiago Ipiña Ramírez, José Luis Meléndez Navarro y Francisco Quirino Hernández. En el Blog de la Policía, le reclamaron a Gallardo enviar a los lesionados al hospital central, tapizado de carencias, ya que por las deudas millonarias que existen con las clínicas privadas, se negaron a atenderlos de urgencia, con un servicio de calidad. En lugar de mostrarse compungido y solidario, el inexperto ejecutivo fue censurado por sus estultas declaraciones, al decir que se encontraba contento, ya que se atacó “con todo” a infractores que perdieron varios elementos. Les decomisaron armas, dinero y drogas. Omiso y temeroso, no acudió a los funerales del caído. No obstante, declaró que “San Luis Potosí pierde a un ciudadano ejemplar, un policía que fue capaz de llegar hasta el último sacrificio en defensa de la ley, el orden y la paz. Y su sacrificio, no será en vano. Su memoria será honrada todos los días a través del combate frontal y constante que habrá de darse en todo el territorio potosino contra la delincuencia organizada y desorganizada, porque ahora si, en San Luis no habrá alianzas ni pactos con los enemigos de la paz. El objetivo de mi mandato es que los potosinos vivan sin miedo”.
Lo secundó triunfalista, el secretario de gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, quien aludió a la “herencia maldita” de su antecesor Juan Manuel Carreras, que tuvo arreglos con las bandas criminales. El colmo de los desaciertos se dio con el vocero de la secretaría de seguridad, Miguel Gallegos, que antes se confrontó con el ex alcalde de la capital, Ricardo Gallardo Juárez, que exigió correrlo de Canal 7, por atreverse a criticar su prepotencia y saqueos sin límites. Autoritario, publicó un video, que constituye un atentado a la libertad de prensa, ya que prohíbe tajante, “difundir imágenes relacionadas con hechos de sangre o acciones de presuntas organizaciones delincuenciales, que provocan inquietud, temor, psicosis y desinforman”. Amenazador, le dijo a los ciudadanos y dueños de portales electrónicos, “no alentar el miedo con publicaciones innecesarias a través de las redes sociales, ya que se cuenta con la tecnología para rastrear blogs, perfiles, sitios web o números telefónicos, para ubicar dónde se enviaron tales mensajes. Cada hecho será investigado y en su caso, se aplicarán responsabilidades. Las malas prácticas podrían poner en riesgo a tus hijos y familia. No seas parte de un delito”.
Gallardo Cardona armó un gabinete de empleados, no de colaboradores. La mayoría con antecedentes negativos. El secretario de gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, despojó a una familia de un salón de fiestas. Para no pagarles, les endilgó el delito de extorsión, por lo que fueron encarcelados 7 meses. Los afectados salieron y reclaman lo arrebatado. El titular de desarrollo social, Ignacio Segura Morquecho, tiene un expediente abierto por fraude, ya que como dirigente estatal del PRD, malversó más de 15 millones de pesos que, por órdenes de sus jefes, canalizó para armar la estructura del Verde Ecologista en San Luis. Con el objetivo de fastidiar al gremio, hizo director del archivo histórico, al agresivo herrero, Jesús Rafael Aguilar Fuentes, alias El Chiquilín, con nivel de estudios de secundaria y señalado de pederasta en perjuicio de su propia familia. No le importaron las protestas de un centenar de intelectuales que se opusieron al despropósito. El censurado personaje dejó el cargo cuando fue acusado de golpear, ebrio, a una agente de tránsito. Ahora cumple funciones de ariete político contra los críticos y adversarios de sus protectores.
Gallardo ya controla sin ambages el poder legislativo, lo que le permitió correr, con la mano en la cintura, a la auditora superior del estado, Rocío Elizabeth Cervantes Delgado, que hizo mínimas observaciones a la última cuenta del ex edil de la capital, su acérrimo enemigo, Xavier Nava y fue más estricta con los despilfarros cometidos en Soledad por Gilberto Hernández Villafuerte, empleado de los Gallardo, que ya tienen programada para asumir el control del poder judicial, a la magistrada Silvia Torres Sánchez, hermana del secretario de gobierno. Por no ser de su reducido clan, orquestó la renuncia del blandengue fiscal Federico Garza Herrera, al que le faltaban tres años para cerrar el ciclo. Lo sustituyó con el ominoso litigante, José Luis Ruiz Contreras, ligado al ex secretario de gobierno y ex diputado local, Cándido Ochoa Rojas. El extinto industrial de la tortilla, ex legislador local y ex edil de Villa Hidalgo, Tomás Rosales López, acusó a Ruiz de estar conectado con células de Los Zetas, que secuestraron y ejecutaron a su hijo, Pedro Pablo Rosales Zapata. En una asamblea del congreso, Rosales irrumpió con una manta donde acusó a Ochoa de tener las manos manchadas de sangre y haber puesto trabas para castigar a los homicidas de su descendiente.
Como lo hizo antes en Soledad junto con su padre, Gallardo Cardona activó a nivel estatal el programa de tortillas y garrafones subsidiados, lo que le redunda ganancias estratosféricas. No informa dónde adquiere las miles de toneladas de maíz, equipo, renta de instalaciones y pago de salarios. El ex candidato a la gubernatura de Redes Sociales Progresistas, José Luis Romero Calzada, denunció el vil robo de agua potable de las líneas conductoras y energía eléctrica que se usa en los expendios de Valles. Gallardo se convirtió en el auténtico Santa Claus de la navidad, ya que se apoderó de los festejos en los principales ayuntamientos, donde desplazó a los ediles, que se convirtieron en comparsas, testigos de piedra. Los hizo a un lado en el reparto de despensas, regalos y grupos musicales que contrató de manera arbitraria, sin tomarlos en cuenta. También los engatusó con el reparto de erogaciones federales, que antes recibían en forma directa o por medio de la secretaría de finanzas. Con el argumento de quedarse fuera de los beneficios que consigue, chantajea a los endebles ediles para que se cambien a las filas del Verde Ecologista o se atengan a las consecuencias de quedarse aislados.
Fue como logró cooptar a once víctimas, donde figura la munícipe de Alaquines, Florisela Hernández Chávez, antes del PRI. Igual que el de Coxcatlán, Roberto Cruz Hurtado. Está el de El Naranjo, Rafael Olvera Torres, que ganó por la vía independiente. El de Cedral, Howard Francisco Aguilar Vergara, antes de Movimiento Ciudadano, lo mismo que el de Venado, Guillermo Martínez Guerra y de Vanegas, María de Jesús Torres Ortiz. Se llevó de Nueva Alianza, al de Villa de la Paz, Jorge Armando Torres Martínez y el de Tancanhuitz, Octavio Contreras Medina. Y de Morena, al de Xilitla, Óscar Humberto Márquez Plasencia y de San Antonio, Edyuenary Gregorio Castillo Hernández. Al panista de Aquismón, Cuauhtémoc Balderas Yáñez. En la embestida, lo ayudaron a sumar adeptos, los diputados federales, Alejandro Segovia y Sonia Mendoza. Con tal maniobra, Gallardo tiene bajo su férula a la mayoría de alcaldes de la entidad. Pero insiste en doblegar al de la capital, Enrique Galindo Ceballos, al que obliga a acompañarlo en la entrega de despensas. Buscará diezmarlo para que no se reelija, ya que pretende imponer como candidata a su esposa, la presidenta estatal del DIF, Ruth Miriam González Silva. También contempla a su padre, Ricardo Gallardo Juárez y al secretario de comunicaciones y transportes, Leonel Serrato Sánchez.
Pero Gallardo ha encontrado resistencias con el indomable edil de Santa María, el panista Emanuel Govea, que derrotó al cacique Pedro Reyna Rosas, que buscó por tercera vez la alcaldía, ahora con las siglas del Verde, pero fue rechazado por la ciudadanía. Tampoco será fácil doblegar al munícipe de Zaragoza, Emanuel Díaz Loredo, “El Piloto”, al que ya trató de meter al redil, pero se opuso, al argumentar que le guarda lealtad al dueño de las siglas de Redes Sociales Progresistas, José Luis Romero, el único que le dio la alternativa para contender. Tampoco podrá domesticar al autónomo y boyante transportista de Rioverde, Arnulfo Urbiola, que ya trabaja en reelegirse, después de haber perdido por fraude, en la primera contienda, ante el panista Ramón Torres García, al que ha denunciado de haber cometido fraude y peculado por más de 800 millones de pesos. Pero es intocable, ya que alcanzó una curul local. Gallardo impulsó sin éxito, por el Verde, a Marcela Quevedo, a la que hizo delegada de turismo. En tres años buscará enterrar al edil del PRI. Está molesto porque no ha sometido al de Matehuala, Iván Estrada Guzmán, al que ataca constante a través de los medios que controla, en particular, Código San Luis, que dirige María Luisa Paulín.
Después de regentear sus negocios cada semana, de regreso a la capital, relajado, Gallardo se convierte en locutor, influencer y sacerdote. Trasmite en Facebook donde felicita con música grupera a sus fans, a los que aconseja, felicita y les manda bendiciones. Incluso, rememora cuando quiso ser cantante ranchero y se atreve a entonar algunas melodías. Como nunca antes, encabezó el desfile del 20 de noviembre vestido de charro, arriba de un brioso caballo, acompañado de algunos colaboradores. La cabalgata se la arruinaron trabajadores adheridos al sindicato mayoritario de burócratas que capitanea la sempiterna Bernardina Lara. Le reclamaron haberlos corrido de manera arbitraria. El mismo calvario sufre la dirigente Francisca Reséndiz Lara, a la que afectaron más de 300 agremiados, donde figuran policías discapacitados, que el insensible gobernador busca regresarlos a patrullar las calles. Desde el inicio provocó el pleito frontal, al acusar a sus empleados de flojos, ganar bonos y salarios jugosos, sin merecerlos. También se ha mostrado esquivo a resolver las demandas de los profesores de telesecundarias, que reclaman pagos vencidos. El omnipresente y omnímodo Gallardo también hace funciones de meteorólogo. Vaticinó para los próximos días, temperaturas menores a los 5 grados. En su papel de historiador, exaltó los tesoros culturales de Salinas de Hidalgo, donde durmió el cura Miguel Hidalgo en 1867, antes de llegar a la capital. Alguien le platicó de la ruta de la plata y creó el sincretismo Potosí para los Potosinos, que se convirtió en lema de su disperso desempeño. Se atrevió a dar tips para las crudas que se avecinan por los festejos decembrinos. Se puso los guantes de boxeo con un interno de La Pila, después de liberar a reos con penas menores…

Comments

comments

100 DÍAS revista La Noticia Ricardo Gallardo Cardona slp

Comments

comments