En su papel de alcalde-gobernador, Ricardo Gallardo Cardona, con su estilo autoritario, sin consultar a la ciudadanía, sin los mínimos estudios técnicos y logísticos, arbitrario, se le ocurrió convertir a la avenida Himno Nacional, en una vía semejante a Chapultepec, que se ubica a un costado del parque Tangamanga uno, una de las zonas de más alta plusvalía de la capital. Pero su arrojo suicida, requiere la irracional tala de unos 800 árboles, lo que lo ubica en la categoría de asesino ecológico. Algo similar hizo antes ex alcalde de la capital y ex rector de la universidad autónoma, Mario García, que sin contemplaciones, con la cultura de tránsito de crucero a cuestas, tumbó de manera absurda, un pequeño alveolo de árboles que se ubicaron a un costado de la histórica Plaza de los Fundadores, lo que le valió furiosos reclamos. A Gallardo también lo impulsa la insana venganza. Ya anunció quitar la onerosa ciclovía, valuada en 10 millones de pesos, que hizo en su etapa de edil de la capital, Xavier Nava, con el que tiene una reyerta insalvable, ya que acusó a su padre, Ricardo Gallardo Juárez, de latrocinios que superan los 2 mil millones de pesos. El papá del gobernador, se ha quejado en varias ocasiones, de que Nava le arrebató de manera ilícita, el triunfo, cuando buscó reelegirse. Por lo pronto, Gallardo Cardona ya se ganó el rechazo inmediato de los habitantes de Himno Nacional, que le restregaron, mejor resuelva las constantes fallas del acueducto El Realito, lo que provoca que cada rato, se queden sin agua. También le reclaman que al convertirse en una rúa de alta velocidad, pondrá en riesgo la vida de niños y adultos. Los afectados amenazaron que para evitar la tala inhumana, se habrán de amarrar a los árboles, lo que puede generar situaciones de violencia. Ojalá que el talante represivo del mandatario no aparezca y decida echar mano de su ostensible célula de élite llamada Swat, que nadie conoce y ni sabe de sus despliegues para abatir a la delincuencia organizada, que causa estragos en varios municipios de la entidad. En un arranque violento, le arrebató la pancarta a una trabajadora estatal, despedida, que no ha recibido su paga en más de 6 meses. Luego amenazó que habrá de investigar las presuntas corruptelas registradas en el sindicato que encabeza la combativa Francisca Reséndiz. Adelantó que no habrá impunidad. El gobernador y alcalde de la capital, por lo pronto, ya inició el primer tramo de Pedro Vallejo a la glorieta González Bocanegra, que tendrá un costo de 90 millones de pesos, sin importarle el malestar de la gente encima. Gallardo repite la prepotencia que aplicó al derribar el arco de las tres culturas en Valles, sólo para invertir 25 millones de pesos, en una obra que jamás licitó. En Himno Nacional, donde ya alardeó que nadie lo habrá de detener, no informó el costo de las obras ni a cuál de sus contratistas predilectos habrá de elegir. Como en otras partes donde se agandalla los trabajos de los alcaldes pisoteados, llevó su equipo de porristas, para que exaltaran su conducta de barbaján, dueño en San Luis de la franquicia del Partido Verde Ecologista, que en teoría, está obligado a defender el medio ambiente.

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