En Cárdenas censuran la ineficacia de Omar Muñoz, “El Melones”

14 octubre, 201911:14 pmAutor: Juan Pablo MorenoCapital Municipios Noticias

A un año de gestiones, el saldo del alcalde de Cárdenas, Jorge Omar Muñoz Martínez, alias El Melones, es negativo. Ya se le compara con el ex edil Arturo Piña, que pasó desapercibido. No hizo ninguna obra relevante. Se le ubicó como el “trienio de saliva”, ya que compaginó sus tareas de munícipe con el cargo de dirigente del sindicato ferrocarrilero. Nunca lo encontró la ciudadanía en sus oficinas.

Apenas ganó, Muñoz se escondió rápido atrás de los colaboradores, a los que delega las tareas capitales, pero sin autoridad para tomar decisiones. Alardeó que no se iba a casar, para tener tiempo completo de ir al frente de los rondines policiacos que se efectúan en la madrugada. Pero en días recientes, se llevó a cabo el cuarto enfrentamiento de los uniformados con células del crimen organizado. Los robos a domicilios, negocios y transeúntes se han incrementado. Lo han acusado de violentar las garantías individuales.

Las pocas patrullas que se compraron en trienios anteriores, está paralizadas. En un mes no se movieron por falta de combustible. Pero el alcalde-litigante metió facturas de 70 mil pesos por el consumo de gasolina.

En forma deliberada, cierra el flujo de los pozos de agua, con lo que afecta a las colonias periféricas a las que surte de pipas que cobra arriba de 500 pesos. El dinero no entra a la tesorería.

Para cubrir su ineficacia y nulas obras, Muñoz estableció los llamados domingos culturales, donde pone a bailar a los niños de las escuelas primarias en la plaza principal. Recurre al viejo truco del “circo sin pan”.

En lugar de concluir un centro de salud, que tenía el remanente de un millón 200 mil pesos, exigió el dinero a los médicos para dilapidarlo. Como es un proyecto de gran magnitud y lo iniciaron sus predecesores, comodino, olvidó seguir las gestiones ante la secretaría de hacienda para conseguir los fondos y terminar la carretera que une a Cárdenas con Cerritos, lo que iba a incrementar el flujo comercial, cultural y político.

Muñoz se siente intocable, ya que lo apadrina el diputado federal, Óscar Bautista y el legislador local, Cándido Ochoa, con los que se coludió en la compra de votos en las comunidades rurales.

Como es casi nulo su desempeño, ya tiene fraguado el pretexto para justificar su inoperancia: echarle la culpa de sus descalabros al ex edil Pedro Alberto Tovar, al que le revisa con lupa, las acciones realizadas en el 2016, que aprobó el cabildo, congreso y la Auditoria Superior del Estado. (JPM).

 

 

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