¡Democracia sí, corrupción no!

13 noviembre, 20195:50 pmAutor: Agustín de la Rosa CharcasCapital Noticias Opinion

Hediondo, pestilente hasta la náusea, lo que sucede en Morena. El PRD necesitó varios años de su corta vida para pudrirse. Morena no logró superar ni la primera actividad para demostrar que es cierto lo que decía. Las evidencias de su putrefacción fueron descaradas a los ojos del pueblo de México. Parte del ejército de empleados que controlan los llamados “súper delegadosâ€, jefaturados por Gabriel García Hernández, se metieron a pretender controlar la dirección del partido en el ámbito nacional y en la mayoría de las direcciones estatales. Observamos que ignoraron la advertencia y la orden del presidente de la república de que se mantuvieran al margen. Utilizaron los programas sociales que se han implementado como forma de chantaje para que votaran por “sus†candidatos a delegados en los diferentes estados de la república. Es el caso de Gabino Morales en San Luis Potosí.

Las denuncias de su corrupto proceder como funcionario público y la forma de entrometerse en la elección de los delegados, saltaron por los siete distritos federales. Las quejas no sólo fueron mediáticas, se interpusieron ante las instancias partidarias y las instituciones públicas correspondientes. El acarreo de militantes por parte de los operadores de Morales se ha documentado en varios distritos, como el primero y el séptimo, donde fue reventada la asamblea.

Los militantes de Morena no conocemos el padrón. Informaron que se votaría con uno de 2.6 millones de afiliados en todo el país y se iba a publicar en la plataforma del partido. Pero nunca ocurrió. Hubo denuncias de fundadores que no aparecieron nunca en el padrón. Se dejó sin el derecho de participar a millones de militantes que buscaron renovar la dirigencia del partido. El malestar creció ya que México votó por una alternativa que prometió combatir la corrupción y fortalecer la democracia. Los mapaches electorales que han actuado desde las filas de Morena y los espacios del gobierno federal, no han medido las consecuencias funestas que con sus acciones han provocado al movimiento de regeneración nacional.

No les importó que sin tapujos, nos exhibiéramos como lo mismo que el pueblo de México derrotó el primero de julio del año pasado. No les importó moverse como lo hiciera Salinas con su programa clientelar de Solidaridad. Celebro la decisión del comité nacional de Morena de cancelar el fraudulento proceso y que se reponga hasta que no esté claro el padrón con que estaremos concurriendo los militantes a una elección libre y democrática. Pero también sería pertinente que el gobierno de la república atienda todas las denuncias por la intromisión de los llamados servidores de la nación que están bajo las órdenes de los delegados.

En las justas democráticas gana quien logra tener la confianza de la mayoría. Y los que pierden en buena lid, se suman como un todo a la decisión democrática de la militancia. El activo principal del movimiento es la solvencia moral que se tiene. Es la confianza del pueblo de México. En la lucha de liberación y de transformación de las estructuras de poder de la patria, todos tenemos un lugar en la trinchera. A la derecha hay que enfrentarla con la fuerza de la razón. Pero se hace necesario darle sentido organizativo a la lucha. El pueblo de México y la militancia de Morena exigen democracia real, no corrupción. Insistir en tal vía, será una traición a los anhelos del pueblo de México. Es de vital importancia la decisión de la dirigencia de cancelar el cochinero de votaciones.

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