Las candidaturas independientes, podrían restarle fuerza a la partidocracia

29 diciembre, 201710:02 pmAutor: Oralia Guzmán MendozaCapital

El objetivo de las candidaturas independientes es restarle fuerza a las partidocracias, romper el monopolio de las cúpulas, las que deciden quienes se registran, los que encabezan las listas plurinominales y los que se reeligen, ya que se cruzan los procesos internos. La figura es un derecho ciudadano reconocido en instrumentos internacionales. En México se tardó mucho incorporarla, ya que permite el acceso a los cargos electivos, sin entrar a los partidos. A nivel nacional, el mecanismo es previo a los procesos internos. Se hizo para colocar una especie de candado y evitar la salida de un partido para buscar después la candidatura independiente.

El consejero electoral, Martín Faz Mora, destacó que también sirven como una válvula de escape para las personas que no encuentran en los partidos ninguna alternativa. Se nota más a nivel de lucha por la presidencia de la república. En la localidad, en el anterior proceso, hubo 19 aspirantes a candidatos independientes. Ninguno procedía de asuntos partidistas. Lo mismo ocurrió con los 50 que se registraron hace poco. En México, se puso en brete a la instancia, ya que son políticos reciclados de otros partidos. Excepto el diputado local de Jalisco, Pedro Kumamoto. Es muy pronto para afirmar que romperá el monopolio partidista o se convertirá en una instancia funcional al poder. Es la disyuntiva. Es el segundo proceso donde se implementa. Está por madurar.

Más adelante se podrá valorar, para saber si cumplió con el fin de enriquecer las opciones políticas o fueron cooptadas por los partidos. A nivel federal se maneja por vez primera en elecciones presidenciales. Faz expuso que se debe analizar para qué contiendas sirven. Hay restricciones legislativas. Existe un alto porcentaje de aspirantes que no logran el apoyo ciudadano y terminan por no contender. A nivel nacional, no llega al 5% el porcentaje que buscó apoyo ciudadano que al final contienden, no buscan ganar. Incide el alto número de apoyos que se necesitan. La desconfianza de la gente a todo lo político. Los mismos candidatos. Muchos de los que han buscado una candidatura independiente lo hacen por ocurrencias individuales que el resultado de un proceso social o comunitario.

Llegan en condiciones de desventaja. No tienen estructura. No los impulsa una base social, lo que se vuelve complicado. Algunos aspirantes se imaginan un concurso de popularidad. Se dan cuenta después que es difícil conseguir el apoyo. El único requisito que se quitó en San Luis fue que los ciudadanos ya no irán a las oficinas a firmar su respaldo. Denota las restricciones absurdas con la que la clase política trató de esconder la figura, con un bajo perfil. En la medida que haya más procesos, se afinará. Habrá más jurisprudencia. Hay requisitos formales, como integrar una sociedad civil. Darse de alta en hacienda, tener una cuenta bancaria a nombre del organismo. Se exige carta de no antecedentes penales, la residencia.

Hace falta un apoyo ciudadano del 2% de la lista nominal, del distrito o municipio por el que van a contender. En la capital se necesitan cerca de 12 mil firmas. Para diputado local, como 2 mil 500, según el distrito. En Cerro de San Pedro, con 80 bastan. Se les pide mayor respaldo comparado con un partido político, donde se requiere el 0.26% del listado nominal. Pero también se les exigen requisitos, como formarlo en determinados periodos, después de comicios para gobernador. En otras reglamentaciones se prohíbe solicitarlos a cada rato. Cualquiera puede ser candidato independiente, pero no formar parte de los cuerpos directivos de los partidos o ser integrantes un año previo.

Faz expuso que para conseguir el respaldo de la gente, se expide un acuerdo para que la persona pueda recabar las firmas. El plazo es del 29 de diciembre al 6 de febrero. No tienen presupuesto. Acceden a los recursos públicos cuando cumplieron los puntos iniciales y se registran para contender. Es una partida muy inequitativa, representa un porcentaje mínimo de toda la bolsa y se divide entre los aspirantes. Les toca de 8 a 10 mil pesos. Pueden buscar respaldo privado hasta por el mismo tope que se marca al candidato del municipio o distrito. Lo público debe ser siempre superior al privado. La reelección que se aplica por vez primera, incluye alcaldes, diputados locales, federales y senadores.

Las únicas figuras que están fuera son gobernadores y presidente de la república. El único requisito es que los proponga el partido o alianza que los impulsó antes. El boleto lo mantienen los partidos. Un diputado que no logra la anuencia de su partido, no lo acepta el Consejo Estatal Electoral. Deben someterse a los procesos internos. Los que ocupan un cargo público, renunciar 90 días antes de la jornada. Puede haber funcionarios e inscribirse en las contiendas internas, lo que constituye una desventaja. Serán más reñidas y enconadas. Habrá campañas negras, de guerras sucias. La norma no estableció que se retiren un día antes de las precampañas. Lo que si ocurre en otras partes. Hubiera sido más sano. Al terminar la lucha interna, hay un periodo de inter campañas. El funcionario puede verse inmiscuido en actos anticipados de proselitismo.

“El registro para los que buscan una curul ante el consejo electoral se llevará a cabo el 15 de abril del 2018 y 15 días después para los que busquen una alcaldía. Se pueden reelegir los legisladores plurinominales si los vuelve a proponer su partido. Habrá que esperar una temporada para analizar los beneficios del nuevo modelo. Es una especie de mecanismos para rendir cuentas ante la ciudadanía. Si fueron eficientes se quedan. En otras partes donde la figura se acentuó, el funcionario puede inscribirse en forma directa, sin que lo proponga el partido. Es donde adquiere sentido el rendir informes a los votantes. No como ahora que los partidos tienen las llaves de las reelecciones. Habrá gente que repita sin que valga la pena, porque le interesa a su partido. Se verán todavía personas indeseables. Aunque pueden perder. Cada vez es más claro el voto de castigoâ€.

Faz expuso que para llegar a la reelección presidencial falta un rato. Tampoco es una figura que predomine en Estados Unidos. Existe en Europa. En Centroamérica, quedan Costa Rica y México. “Es un mecanismo de las democracias representativas, como la americana y canadiense. Ha demostrado ser eficaz en cuestiones para rendir cuentas. En el país, cambiar alcaldes cada tres años o los integrantes del congreso, ha generado incentivos perversos, como el año de Hidalgo. Ha frenado los proyectos a mediano y largo plazo. Como son tres años, buscan proyectarse a otro lado. Operan para andar de chapulines o robar lo más que se pueda, ya que es factible, no haya más oportunidades. Además se generan procesos de corruptelasâ€.

“La alternancia que se dio del 2000 a la fecha, es un desplazamiento de la fuerza política del espacio centralizado que fue la presidencia de la república a sitios estatales con el surgimiento de cacicazgos de carácter local. Hemos visto cómo el poder centralizado, omnímodo que hubo en el país, en una etapa de autoritarismo, se movió, pero no murió. Se incorporó a la figura de los gobernadores. Y si pudieran reelegirse, conforman maximatos a nivel de ciudades grandes como Guadalajara o Monterrey. La reelección de gubernaturas puede acelerar el proceso de cacicazgos fuertes. La reelección en ayuntamientos y congresos se practicó después de la revolución mexicana hasta inicio de los treintas, cuando aparece el partido hegemónico. La no reelección fue para la presidencia de la república, para combatir al tirano Porfirio Díaz. Fue el lema del partido en el poder y de la administración públicaâ€.

“Las restricciones que se quitaron para reelegirse fue hacerlo en forma continua. No sabemos si la nueva etapa ayude a reducir el abstencionismo que se ha estandarizado en el 46 al 49%. Se puede enriquecer la oferta electoral. Lo que se vio fue una transferencia de votos. Ya no se los dan a los partidos políticos. Pero no son instancias muy atractivas para que jalen al sector que nunca sufraga. En los últimos 30 años se avanzó en la parte administrativa de los comicios. Los problemas están con los programas de conteos rápidos y programas preliminares. El asunto crítico que se dio en la etapa del autoritarismo, radicó en las casillas, con los típicos procedimientos para malversar las elecciones. Se relacionaban con el ratón loco, robo de votos, que afectaba la urna y casillas. Ahora se trasladó a la parte previa, con el uso de fondos públicos, el clientelismo, manipulación de programas sociales o incapacidad de fiscalizar los recursos privados. Existe un resurgimiento de litigios que terminan en los tribunales. Como se vio en las últimas elecciones de Chihuahuaâ€.

“Las querellas se relacionan con el gasto excesivo de dinero. La parte crítica se trasladó de la urna a los tribunales. Los programas de resultados preliminares se hacen con el acta. Ayuda en las contiendas cerradas. Pero exige algunas condiciones, porque puede haber errores, con medio punto de diferencia. El conteo rápido es de carácter estadístico. En los Preps se toma el acta, se suma y sube a la red. Si se queda en el 80% no es útil. Debe llegar al 99%. Se empezó a manejar el uso propagandístico de las encuestas, donde se incluyen los conteos rápidos. Sobre los adelantados, sólo existe el caso del alcalde de la capital, Ricardo Gallardo. El tribunal electoral nos regresó el expediente para que se indagara en las investigaciones. Otras quejas contra los diputados no prosperaronâ€.

 

 

 

 

 

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l consejero electoral Martín Faz Mora

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