Acusan a Paloma Bravo de malversar más de 20 millones de pesos

19 septiembre, 20194:32 pmAutor: La NoticiaMunicipios Noticias

Los grupos antagónicos de Zaragoza, se reunieron por más de tres horas con el secretario de gobierno, Alejandro Leal Tovías, sin llegar a un acuerdo viable, por las posturas radicales de los bandos. El primer regidor, Rafael Cárdenas Govea y el tesorero José Alberto Sánchez, insistieron en que la única alternativa es que la edil, Paloma Bravo, dimita al cargo, por haber ordenado una brutal represión contra la ciudadanía a través de la policía metropolitana, que disparó contra los inconformes y haber golpeado a una parroquiana.
Los quejosos lamentaron que el gobierno estatal casi los obliga a pedirle perdón a la munícipe, sin considerar que ha malversado más de 20 millones de pesos a través de obras que hace con infraestructura del ayuntamiento, pero luego las cobra a través de facturas de empresas particulares, donde podría tener ganancias hasta del 50%. Los inconformes le entregaron al presidente Andrés Manuel López Obrador un informe detallado de las tropelías financieras de Bravo en su reciente visita a Matehuala. También hicieron una denuncia ante la Fiscalía General de la República y Secretaría de Gobernación. A través del diputado federal de Morena, Cuahtli Badillo, en los próximos días darán una conferencia en México, para solicitar un castigo ejemplar contra la alcalde, ya que se ubica en el perfil de los factureros, lo que detesta el tabasqueño.
El acceso al edificio municipal tiene más de un mes bloqueado. El malestar ciudadano crece por la falta de servicios básicos. Los parroquianos inconformes trazaron un paralelismo trágico que ya decidió el futuro político de Paloma Bravo: cuando la policía trató de desalojarlos de la plaza principal, se vino la revuelta. Tocaron las campanas de la iglesia cercana para solicitar el auxilio colectivo, que se volvió masivo. Era la imagen secundaria del cura Miguel Hidalgo que llamó a combatir a los invasores españoles. El grito del 15 de septiembre, Bravo lo dio en la alejada comunidad de Cerro Gordo, en un lienzo charro, a donde llevó grupos musicales, repartió comida y bebida, pero la asistencia fue mínima. El vacío que generó en la plaza principal, lo ocupó por primera vez en la historia, el comisariado ejidal, quien encabezó la fiesta protocolaria ante miles de asistentes. La suerte de la novata funcionaria está echada.

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