Con nuevos bríos y con un proyecto que hace soñar a los locales, el balón volvió a rodar en el estadio Alfonso Lastras tras haberse ausentado el fútbol profesional de la capital más de 400 días. La última vez fue ante los Cimarrones de Sinaloa donde se empató a un gol. Ahora en la nueva etapa se debutó como local ante la escuadra de los Murciélagos de Sinaloa en partido amistoso y con causa para ayudar al jugador de la escuadra visitante Ezequiel «Cheque» Orozco que padece cáncer de pulmón que lo mantiene ausente de las canchas.

En el primer tiempo el partido no se inclinó para ninguna escuadra, incluso en momentos se tornó monótono y pausado, parecía que ambos equipos se tomaron muy a pecho el término amistoso. Destacó la gran atajada del guardameta del Atlético San Luis, Alejandro «Pikolín» Palacios, que tras un disparo en los linderos del área grande, resolvió con espectacular lance para mandar a tiro de esquina. Mostró dotes de gran calidad.

Para el segundo tiempo el equipo potosino se mostró más dominante. Agarró la pelota y tuvo importantes llegadas por las bandas. En especial la izquierda, la cual recorría con agilidad el ex campeón mundial sub 17, Jonathan Espiricueta, quien mandó varios centros que inquietaron al guardameta rival.

Fue hasta el minuto 65 del partido cuando, tras varios disparos de los potosinos frente a la portería opositora, apareció la mano de un sinaloense que tapó lo que pudo ser el primer tanto del encuentro. El cercano silbante, atento a la jugada, se percató y no dudó en marcar la pena máxima. El encargado del penal fue el de la casaca 10, Pablo Olivera, quien venció con potente disparo al guardameta por el lado derecho. Los hinchas gritaron con júbilo el gol, tras la larga ausencia.

La ventaja para los locales no duró mucho. A los pocos minutos, un error defensivo provocó el empate. Fue un autogol por parte del jugador Borja González. En iguales circunstancias, los de casa insistieron. Hubo llegadas por la banda izquierda, pero el tiempo no alcanzó para conseguir el gol que les diera el primer triunfo para los aficionados.

El empate no le gustó a los asistentes. En las gradas se vio uno que otro aficionado con pancartas donde mostraron el descontento por los nuevos colores del equipo. Pero iban felices por el retorno de la oncena.

Ya de camino a los vestidores, el más aplaudido fue el «Pikolín» Palacios, que en breve entrevista, se mostró satisfecho con el resultado y el accionar del equipo. Catalogó de grandiosa y exigente a la hinchada potosina.

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