La leyenda de la hacienda de San Francisco

15 noviembre, 202210:33 pmAutor: Comunidad de San Juan de Guadalupe en ResistenciaCultura

Pocos conocen la historia de don Celso, quien trabajaba como reparador de la línea del teléfono que comunicaba la casa principal con las rancherías de la hacienda.

Viajaba en un burro que cargaba alambre de cobre para reparar las líneas dañadas y recibía el salario de un peso por día. Resulta que una vez, el dueño de la hacienda, lo mandó llamar y le dijo: “mira Celso, ya no te voy a poder pagar por tu trabajo, pues estoy endeudado con el banco y perderé la hacienda. Te aviso para que te busques otro trabajo”.

Entonces, don Celso le dijo al patrón: «si debe mucho, yo le ayudo». Su jefe exclamó. «¿Me vas a ayudar con el peso diario que te pago?». Don Celso le dijo. “No con el peso que me da». Metió su mano al morral, sacó un paliacate, lo abrió. Había varias monedas de oro y le dijo.

 «Una vez que usted me mandó a reparar la línea, tenía mucha hambre y vi un conejito. Lo seguí y entró en un matorral, de repente, me encontré en una cueva en la que había 10 montones de monedas y sólo saco lo que necesito».  

Y fue como salvó a su patrón de perder la hacienda. Cuando el pueblo supo, todos andaban detrás de don Celso, para saber dónde estaba el tesoro, pero nunca pudieron encontrarlo. Don Celso murió y se llevó a la tumba el secreto.

Se dice que el tesoro era del bandolero Pedro de Astorga y sigue en alguna parte de la sierra de San Miguelito. (Comunidad de San Juan de Guadalupe).

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