Hostigan a trabajadora del museo del virreinato

21 noviembre, 20179:33 pmAutor: La NoticiaCultura

Mi nombre es Ana Dora Cabrera Vázquez, tengo casi tres años trabajando en el Museo del Virreinato de la ciudad de San Luis Potosí, como encargada del área de difusión.

En noviembre de 2015 el poder ejecutivo nombró como directora a Claudia Canales Zambrano, la cual es licenciada en diseño gráfico sin ejercicio de su profesión y sin experiencia laboral.

Durante 2016 y 2017, a pesar de la pésima directiva y sin apoyo, puse de mi parte y planifiqué, desarrollé y difundí una serie de actividades significativas en pro de la cultura. Algunos ejemplos: http://elheraldoslp.com.mx/2015/12/15/museo-del-virreinato-taller-de-pinatas-con-causa/http://www.elexpres.com/2015/nota.php?story_id=96713 http://planoinformativo.com/nota/id/471140/noticia/noches-de-la-inquisicion,-en-san-luis-potosi.html http://www.codigosanluis.com/sabores-y-saberes-del-virreinato-en-san-luis-potosi/ http://elheraldoslp.com.mx/2017/08/01/conferencia-de-ricardo-herrera-sobre-el-rompope/

Desafortunadamente, la directora comenzó a tener una serie de irregularidades y siendo mi obligación como servidora pública, le aconsejé la manera correcta de hacer algunas gestiones. Además solicité las prestaciones de ley y me negué a formar parte de la mediocridad, por lo que comenzaron acciones negativas hacia mi persona.

La misma directora me empezó a tratar de manera hostil y de manera gradual, aumentó la violencia verbal y psicológica. Lo que generó un ambiente complicado y algunos de mis compañeros se unieron a la política de maltrato.

En mayo de 2017, me extrajeron un tumor superficial de la cabeza y solicité apoyo de la dirección, porque no cuento con seguro, el cual se me negó. Argumentó que el museo no tiene presupuesto para cubrir gastos. El 30 de mayo, la directora me amenazó con no renovar mi contrato y la administradora, Juana María Acosta Domínguez, intervino e intentó persuadirla para que no me dejara sin trabajo. El 29 de julio, la directora obligó y condicionó a dos jóvenes prestadoras de servicio social a firmar una carta en mi contra, de no hacerlo, no les firmaría la liberación del servicio.

El 11 de septiembre la directora del museo me ordenó cambiar de adscripción sin un documento. Me niego y comienza una serie de ataques y hostigamientos. Me quitan el cable con el que se conecta la computadora para no dejarme trabajar.

El 12 de septiembre, para no afectar más mi salud, acepto el cambio de dependencia a la Secretaría de Cultura, bajo las órdenes de Hilda Briones.

Todo comienza a marchar normal hasta que se les notifica de mi demanda laboral y vuelve el hostigamiento. Ahora en forma directa por Hilda Briones, quien me prohíbe hablar con personas y compañeros. Me disminuye obligaciones laborales y me segrega en una bodega, al fondo del edificio.

 

Presenté demanda laboral y estoy a la espera de la audiencia y queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero no me han brindado ayuda, a pesar de que me entrevisté con la primera visitadora.

La situación irregular continúa y hasta el momento ninguna autoridad ha hecho algo para defender mis derechos. Me mantienen “castigada†y sin sueldo.

Considero que la cultura ha sido menospreciada por las autoridades y nombran en puestos importantes a personas que no tienen la preparación ni el compromiso para desarrollar tan vital labor que es la promoción de nuestro patrimonio cultural.

Continuaré trabajando como se me caracteriza, con amor, ética y valores y hago responsable a las autoridades implicadas de cualquier acción negativa en mi contra. Todo lo anterior consta en las pruebas de mi demanda y queja. No desistiré en la lucha por un derecho. Gracias. Ana Dora Cabrera Vázquez.

 

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