El invisible asesino

25 mayo, 20208:44 pmAutor: Agustín de la Rosa CharcasColaboradores Opinion

La pandemia que azota al mundo es real, letal. Es un virus para el cual no hay cura en los actuales momentos de contingencia. Es conocido como el SARS-CoV-2, el cual produce la enfermedad conocida como el coronavirus COVID-19. Es un virus es imposible de ver a simple vista. El tamaño que tiene es de 4×10-6 a 2×10-5 centímetros. La descripción científica de sus características la hizo el inmunólogo argentino Alfredo Miroli, quien destacó: “es grandote y pesadito, mide 200 nanómetros (2×10-5 centímetros), es medio grande, tiene una serie de proteínas con azúcar que lo hacen pesado. Los virus como el sarampión son chiquitos y livianos. Si yo estornudo y tengo el virus, se mueve una distancia de 10 metros. El coronavirus al metro, metro veinte, metro cincuenta máximo, se cae. Si yo estuviera a dos metros de personas infectadas, no usaría barbijo, el virus no tiene cómo llegarme por vía aérea, porque es pesado y se caeâ€.

Es por lo que se ha implementado la sana distancia entre los seres humanos en cualquier lugar en donde se encuentren. El doctor Alfredo Miroli explica que las mismas características que tiene el virus de ser pesado, le dan más posibilidades de que tenga mayor tiempo de vida una vez que ha sido expulsado por el enfermo al estornudar y diseminarlo en cualquier superficie en que se encuentre. El virus, nos explica, tiene en su perímetro, una serie de salientes verticales a la superficie, las que ocupa como llave para entrar y contagiarnos por la nariz, boca y ojos. Lo que resalta la pertinencia de lavarse las manos con agua y jabón más de veinte veces al día. Es como se evita el contagio.

El modelo matemático que mide el nivel de contagio del virus es impresionante. Entre mayores conglomerados de gente sin las medidas preventivas haya, puede provocar que el poderío mortífero de la pandemia desborde la capacidad de cualquier gobierno del mundo. Los índices de contagios y de mortandad serían incuantificables. México ha respondido con directrices científicas oportunas. Las acciones técnicas se muestran como las adecuadas. Los médicos que están al frente de la crisis son de primer orden. La cara visible del responsable en la importantísima labor de comunicar de manera diaria al pueblo de México, por indicaciones del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, ha sido la del especialista Hugo López-Gatell Ramírez.

Sin duda, uno de los aciertos en el manejo de la crisis de salud que azota a la humanidad. Gatell-Ramírez, al igual que Alfredo Miroli, tienen la facilidad de comunicar de manera sencilla, temas técnicos, científicos, en forma masiva al pueblo de México, los pormenores en la evolución de la pandemia, en el país y el mundo. La figura del gobierno de la 4T, por la credibilidad obtenida, ha enfurecido a la derecha miserable, llena de odio y que en su estrategia fascista, de manera concertada, incita, en base a mentiras e insultos a la figura del presidente. Ahora también ataca al vocero, con el propósito de generar pánico entre la gente y provocar que la epidemia se desborde, reviente de manera inevitable al estado, ante la incapacidad de atender un contagio masivo.

En el fondo del odio de la derecha irresponsable, subyace la pérdida de decenas de miles de millones de dólares que dejaron de obtener por la vía de la corrupción, al perder las elecciones en el 2018. La furia enfermiza de la derecha es que todos los medios informativos a su servicio, que no son pocos, dejaron de recibir miles de millones de pesos, los conocidos chayotes, con los que se enriquecieron de manera insultante, por simular un país que no existía. Es la misma razón de los poquitos hombres y mujeres de la sacrosanta iniciativa privada que han acumulado riquezas, que los ponen entre los más ricos del mundo. Es donde estriba el odio profundo y criminal que los fascistas que pretenden recuperar las canonjías.

Buscan instalar en las masas lo que el doctor Alfredo Miroli ha señalado como un “patológico terrorâ€. Los criminales, más peligrosos que el coronavirus, esperan que el miedo invada al pueblo de México y produzca una masiva infección, decenas de miles de muertes, que les permita exigir la renuncia del presidente y su procesamiento judicial que lo recluya en la cárcel. Los zopilotes carroñeros exigen que el gobierno de una proyección del número de muertos que habrá en el país, como lo hizo Estados Unidos.

Los daños que se pueden generar en una población asustada, son incuantificables. Es lo que ocurrió en Asia, Europa y Ãfrica en el siglo XIV, de 1347 al 1353, con la peste bubónica o peste negra, cuyo virus fue transmitido por la pulga de las ratas. Entonces murió un aproximado de 100 millones de personas, el 25% y el 60% de la población europea. La ciencia y un gobierno honrado derrotarán la mezquindad de los criminales de la derecha. Los datos duros nos indican que se va por el camino correcto. México tenía en casos acumulados de personas con el COVID-19, el 0.7 % del total que existe en América y sólo el 0.3 % de lo que hay en Europa. En 24 horas se presentó el 0.6% con respecto a lo que hubo en América y el 0.45% de lo que se registra en Europa.

Otros datos se pueden consultar en el canal Tv COVID-19. El número de enfermos confirmados en Estados Unidos era de 434 casos por cada millón de habitantes. En Italia mil 618 casos por cada millón de habitantes. En España, mil 753 casos por cada millón de habitantes. En México, 8 casos por cada millón de habitantes.

Es por lo que está rabiosa la derecha carroñera. Expulsan en forma masiva el virus del odio sin disimulo entre la gente. Los mexicanos debemos cerrar filas en torno a los llamados del gobierno de la república. La medida es la correcta. La realidad del mundo lo indica. Tiene la estrategia gubernamental, un sólido fundamento científico y un gobierno con un enorme apoyo popular. Al asesino invisible se le opone la fuerza del argumento y la organización de un pueblo movilizado. También a los infectados del virus del odio que los corroe.

Comments

comments

Comments

comments